viernes, 13 de marzo de 2009

Los industrializados a la cabeza de la debacle mundial

Gabriela Guerra

Estados Unidos, Europa y Japón, las principales égidas de poder en el orbe, son ahora también el centro de los resultados negativos en medio de la crisis global de los mercados. La depresión nace en el sistema neoliberal e interdependiente de sus economías, sobre todo en la estadounidense, donde estalló la burbuja financiera a mediados de 2007.

Estados Unidos vive, según los especialistas, uno de los escenarios más temidos, una combinación de crisis financiera y recesiva, que luego propaga al resto de las principales potencias.

El resultado de hoy es un proceso de continuas quiebras empresariales generalizadas, con despidos masivos, advierte un artículo reciente del periódico digital Rebelión.

Según este trabajo, intitulado “Se agudiza la quiebra industrial y financiera en EEUU y Europa”, se suman a las principales consecuencias la caída del consumo, los primeros signos de deflación y las bajas salariales negociadas para evitar más despidos.

The Wall Street Jornal advierte que si los mercados de créditos continúan paralizados, el impacto sobre empresas y consumidores se ampliará, reduciendo el acceso al préstamo, el gasto y la inversión y por tanto aumentando los desahucios laborales.

Por solo poner un ejemplo, la automotriz General Motors, uno de los grandes de Detroit, informó que como estrategia para revertir su depauperada situación, 47 mil personas irán a la calle para reducir gastos, pero si hubiera quiebra los desempleados serían muchos más.

En Europa, una cadena de anuncios de cierres de empresas que ya elevan el número de desocupados hasta 17,4 millones conforma el actual escenario.

La Comisión Europea asegura que en 2009 se perderán 5,5 millones de empleos en la Zona Euro y la desocupación escalará al 10 por ciento en 2010.

Japón, por otra parte, a la cabeza de las malas noticias en Asia, registró en el último trimestre de 2008 la mayor contracción desde 1974, de 3,3 por ciento, lo que lo ubica en su peor crisis en siete años.

También el déficit comercial de la segunda economía del globo tuvo valores récords de nueve mil 900 millones de dólares, cuando las exportaciones, fundamentales en ese país, se hundieron en enero hasta menos 13,9 por ciento.

Además, el indicador clave del estado actual de los mercados nipones perdió 2,6 puntos con respecto al mes anterior, hasta los 89,6 puntos.

Según el analista político estadounidense, Mike White, en su artículo, “Europa del Este a punto de estallar”, la economía mundial se está desacelerando al ritmo más rápido jamás registrado.

Consideraciones recientes del Banco Mundial indican que el agujero monetario en los países en desarrollo suma entre 270 mil y 700 mil millones de dólares al año, a causa de la disminución de los flujos de capital.

Para el eminente profesor Edmund Phelps, premio Nobel de Economía 2006, la actual coyuntura requerirá no menos de 10 años si se pretende avizorar una salida más o menos clara.

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