Sam Pizzigati
Too Much
El colapso económico mundial no afecta a las principales fortunas del mundo que siguen tan intensamente concentradas como siempre; así lo revela el primer estudio en profundidad realizado sobre grandes patrimonios desde el pasado septiembre.
Hace trece años, dos de las empresas encargadas de administrar las fortunas de los más ricos del mundo, la sede de Merryl Lynch en Nueva York y la filial parisina de Capgemini, empezaron a publicar un informe anual que enumera a los más ricos de nuestro planeta y las fortunas de que disponen al servicio de futuras inversiones.
Año tras año, nos han informado de cómo los ricos acumulaban más y más billones. En el Informe sobre la Riqueza Mundial publicado el año pasado, los "individuos con alto patrimonio neto" disponían en el 2007 de una combinación de 40,7 billones de dólares; un total que no incluye el valor de sus hogares, ni el arte que cuelgan en sus paredes o las joyas que esconden en sus cajas fuertes.
La semana pasada, las buenas noticias se acabaron. El pasado miércoles, Merrill Lynch y Capgemini, informaron al mundo que durante el 2008 la población mundial con altos patrimonios netos, personas con un mínimo de 1 millón de dólares en activos de inversión, se ha contraído en un 14,9 por ciento. La combinación de la riqueza de estos individuos se ha reducido de forma aún más acusada, cayendo un 19,5 por ciento.
A los súper ricos les fue todavía peor. El número de individuos con "súper" alto patrimonio neto, personas con un mínimo de 30 millones de dólares, se ha contraído en aproximadamente un 25 por ciento. En conjunto, los “súper ricos” han perdido casi un 24 por ciento de su riqueza financiera.
El nuevo Informe sobre la Riqueza Mundial de Merrill Lynch y Capgemini presenta estas pérdidas como una reducción “sin precedentes" y los medios de comunicación se han hecho eco de este mensaje por todo el mundo. "La crisis del crédito pasa peaje a los súper-ricos", titulaba la pasada semana un diario internacional de negocios. "La lista de ricos se encoge", rezaba otro.
Pero el nuevo Informe y los titulares no mencionan la parte más fascinante de la historia de los grandes patrimonios mundiales. Ciertamente, el colapso del sistema financiero global del año pasado afectó a las grandes fortunas. Sin embargo, a pesar de que estamos viviendo el mayor colapso económico desde 1930, los propietarios de las grandes fortunas del mundo siguen siendo increíblemente afortunados.
La caída de la riqueza de las personas con altos patrimonios netos les ha dejado con un patrimonio combinado a finales del 2008 de 32,8 billones de dólares, no muchos menos de los 33,4 billones de que disponían a finales del 2005. En otras palabras, la mayor crisis de la historia reciente les ha costado a los ricos el perder sus ganancias acumuladas a lo largo del 2006 y 2007; y nada más.
Estos ricos, especialmente los que componen la categoría de "súper" altos patrimonios netos, siguen disponiendo de un porcentaje extremadamente elevado de las riquezas del mundo.
En el mundo viven un total de 80.000 personas que el informe califica de “súper ricas”. Estos individuos, que representan aproximadamente un 0,001 por ciento de la población mundial, poseen, tras el colapso económico del 2008, el 10 por ciento del total de riqueza de nuestro planeta.
Estos ricos han optado por "reducir" algunos de sus gastos personales a lo largo del 2008. El Informe sobre la Riqueza Mundial, nos advierte que en los Estados Unidos, donde viven el 28,7 por ciento de las personas con alto patrimonio neto, las ventas en subastas de obras de arte movieron en el 2008 un total de 2.900 millones de dólares, "1.000 millones menos que en el 2007" y las ventas de Lamborghini de lujo se redujo en un 21 por ciento el año pasado.
Pero a pesar de la crisis, la cantidad de dinero en los bolsillos de los ricos sigue siendo enorme. El Informe menciona que en diciembre de 2008 un diamante histórico se vendió en Londres por 24,3 millones de dólares, "el precio más alto jamás pagado por una joya o diamante en una subasta."
Los analistas y gestores de fortunas de Merrill Lynch y Capgemini a pesar de las malas noticias, han querido aportar algo de optimismo. Nos recuerdan que cuando estalló la burbuja de las empresas de tecnología e Internet en el 2001, resultó sólo un freno temporal en la concentración de la riqueza mundial. Entre el 2002 y el 2007 la riqueza combinada de las personas con alto patrimonio neto creció a un ritmo de un 9 por ciento anual.
Los redactores del Informe sobre la Riqueza Mundial, no creen que haya ningún motivo de preocupación respecto a la posibilidad de que los líderes políticos mundiales tomen alguna decisión que no permita que ese crecimiento vuelva a repetirse. Capgemini y Merrill Lynch, consideran que “se espera que la recuperación de los altos patrimonios netos sea igualmente sólida esta vez”.
Sin embargo, en sus informes anteriores, estos analistas fallaron a la hora de anticipar el colapso financiero global. Es probable que si estuviese en camino un movimiento global para distribuir más equitativamente la riqueza del mundo, probablemente también serían los últimos en enterarse.
Sam Pizzigati dirige Too Much, publicación semanal digital sobre excesos y desigualdades.
Traducción para www.sinpermiso.info: Luca Gervasoni
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