sábado, 16 de agosto de 2008

Medalla de Oro para Vladímir Putin

Heinz Dieterich
Rebelión

Con el Primer Ministro ruso Vladímir Putin en los juegos olímpicos de Beijing, y el Presidente ruso Dmítri Medvedev de vacaciones, el duo Bush-Cheney decidió que era el momento idóneo para liquidar militarmente a la zona autónoma de Ossetia del Sur; repetir después la operación en la zona autónoma de Abkazia e integrar, finalmente, a su anexo neocolonial Georgia en el Bloque de Poder de la burguesía transatlántica y su brazo armado, la OTAN.

Fiel a su condición de siervo político, el “Presidente” neocolonial de Georgia, Mijail Saakashvili ejecutó la autorización de Bush-Cheney para cometer el peor crimen que conoce el derecho internacional: la guerra de agresión. Mintiendo descaradamente sobre una supuesta “tregua” en Ossetia, el delincuente político lanzó sorpresivamente a su soldadesca ---entrenada por instructores estadounidenses--- contra la zona autónoma, donde cometió un sinnúmero de crímenes de lesa humanidad contra la población civil.

La camarilla Bush-Cheney-Saakashvili incurrió, sin embargo, en el grave error de subestimar a Putin. El ex estudiante de derecho, quien había realizado en la Universidad de Leningrado su tesis sobre la política imperialista de Washington en África, para después ingresar a la dirección de Asuntos Exteriores de la KGB y practicar sus conocimientos en una unidad soviética de investigación política y militar en Dresden, en la RDA , conoce al monstruo imperial a fondo y reaccionó magistralmente ante la conspiración imperial-oligárquica.

Aplastó con rapidez y eficiencia militar a las hordas militares de Saakashvili, pese a los refuerzos militares traídos por el Pentágono, desde Irak. Cuando Saakashvili ofreció una tregua unilateral, no la aceptó. Aprovechó su ventaja militar para consolidar las posiciones rusas en el campo de batalla. Terminada esta fase firmó una tregua con Georgia orquestada por el operador transatlántico y politplayboy Sarkozy. Signado el papel, procedió a ocupar militarmente la estratégica ciudad Grosi. Y cuando el imperialismo empezó a movilizar su maquina militar y mediática mundial para responder, simplemente paró las maniobras militares para llevar el conflicto a la dimensión política-diplomática.

El complejo militar-industrial estadounidense se quedó atónito ante el impecable software de defensa antiimperialista y las jugadas maestras del ex abogado. Oficiales del Pentágono revelaron que no habían contado con una reacción tan rápida y contundente de su adversario. Condoleezza Rice, la Secretaria imperial de Relaciones Exteriores, advirtió ayer a Putin que Rusia ya no es lo que fue la Unión Soviética. Tiene razón, pero se le olvida que Estados Unidos tampoco ya es, lo que fue en 1990 y que el abogado Putin de la exKGB no es el inepto soñador de Gorbachev, ni el borracho neocolonial de Yeltsin.

La lección principal del conflicto para América Latina es esa: las conspiraciones imperial-oligárquicas no se derrotan con buenas intenciones, sino con el poder real disuasivo y destructivo que pueden movilizar las fuerzas de emancipación. Lo demás es folklore.

Enlace a texto en Rebelión

jueves, 14 de agosto de 2008

El polémico e-mail que cuestiona a la ministra Jiménez

Durante su paso por la Universidad Católica en los 80’

La ministra de Educación no la ha tenido fácil. Las últimas encuestas la ubican como una de las peor evaluad as del gabinete y luego de las declaraciones de Bachelet sobre la destitución de la estudiante María Música, tuvo que salir a explicar sus dichos anteriores, donde valoró la expulsión de la alumna. Pero es un correo que ha circulado por todo el Congreso, por los partidos y en muchas páginas web, la que la obligó a dar explicaciones de su pasado frente a algunos parlamentarios de la Concertación.

Por Pablo Basadre G.

Hace algunas semanas, en una reunión con parlamentarios de la Concertación, la diputada PPD Carolina Tohá le preguntó a la ministra Jiménez sobre el contenido de un correo electrónico que circulaba profusamente por los e-mail de los parlamentarios. Se trataba de una “carta abierta” de un ex alumno y ex dirigente estudiantil de la Universidad Católica de Santiago, Dauno Tótoro, ahora realizador y documentalista, donde relata su expulsión en 1986, en la época en que ella era presidenta de la Asociación de Académicos de la Pontificia Universidad Católica, miembro del Consejo Superior y autoridad en la Escuela de Trabajo Social de esa Universidad, con Juan de Dios Vial Correa como rector.

Los parlamentarios le pidieron una explicación, pues en el e-mail se le acusaba, según palabras de Tótoro, de instarlo a renunciar, a través de un documento preparado entre ella y Vial, a sus "convicciones políticas y responsabilidades como dirigente", producto de su activa participación en el movimiento estudiantil.

Según la misiva, Jiménez le habría pedido a Tótoro que firmara el documento para facilitar su reincorporación y terminar así con el conflicto que tenía movilizados a los estudiantes. A los parlamentarios les inquietaba el tenor de la carta: "Soborno, incitación a la traición, cohecho, amedrentamiento", decía, entre otras cosas.

Jiménez, sorprendida con la noticia, accedió a la petición y les entregó una versión sobre los hechos muy distinta a la descrita por Tótoro. Fuentes del Mineduc afirman que la ministra ha declinado referirse públicamente al hecho, pues entiende que lo de Tótoro fue una decisión institucional y no personal.

A los parlamentarios, en lo medular, les explicó que Dauno Tótoro había sido expulsado por el propio rector de la PUC, sin consulta ni apelación posible, y que ella había tratado de flexibilizarlo, a petición de la mamá del estudiante afectado.

Pero el episodio no terminó ahí. Luego de la explicación de Jiménez, los asesores que acompañaban a la ministra, y que guardaron silencio, se sentían incómodos. A los diputados les parecía "insólito" que ella no estuviera enterada de la existencia del e-mail, donde su nombre aparecía asociado a gruesas descalificaciones.

-"¿Cómo es posible que no le hayan dicho nada?", comentaron los diputados. Los asesores ministeriales, según cuenta un testigo de la cita, reconocieron que habían decidido omitir la información frente a ella, pues se encontraba algo "abatida" con la difícil tarea de la aprobación de la Ley General de Educación, las protestas callejeras y el inédito jarrazo de agua que recibió de parte de la estudiante de 14 años María Música Sepúlveda.

Su padre y el pasado en la PUC

Desde que asumió en su cargo, Mónica Jiménez, quien ha reconocido públicamente su poca sintonía con la política, ha debido lidiar con un mundo que le es distante, según cuenta un cercano. A pesar de su discurso "apolítico" y de su posición contraria a las protestas y movimientos estudiantiles, la historia familiar y académica de la ministra tiene más condimentos de ese mundo "ajeno" a su persona.

Su padre, Oscar Jiménez Pinochet, formó parte del Movimiento Nacional Socialista y fue un activo militante político que se opuso al gobierno de Arturo Alessandri Palma. Él fue uno de los pocos sobrevivientes de la Matanza del Seguro Obrero, frente al palacio de La Moneda, en 1938. Según una amiga de Jiménez, esta tragedia es una de las razones por las que no tolera las movilizaciones, y considera que a la universidad se “viene a estudiar”.

Jiménez ha utilizado, en diversas reuniones con estudiantes y ex alumnos, el ejemplo de su padre. En la escuela de Trabajo Social de la UC, de la que fue nombrada directora por el vicealmirante Jorge Swett -rector designado por la Junta Militar- en 1973, se esmeró para evitar las organizaciones y movimientos políticos. En aquella época, ella se había mostrado, como muchos demócrata cristianos -partido al cual es cercana-, como una férrea opositora a la Unidad Popular. Para los académicos de ese tiempo, el no encasillarse en ningún partido, iniciándose la dictadura, era mal visto, pues los que renegaban del activismo eran considerados como "parias", según recuerda una ex compañera de trabajo en la UC.

Pero a Jiménez eso no le incomodaba. Su cargo lo ejerció con autoridad. Les repetía constantemente a sus alumnos que a la universidad "se venía a estudiar". Según una profesora amiga, "Mónica siempre decía en las reuniones que sentía temor y se comportaba como una mamá con los alumnos". Una antigua amiga cuenta que en los tiempos en que estuvo como directora de carrera, incluso fue amenazada de muerte por alumnos que pertenecían al MIR. Mientras algunas académicas de la escuela participaban activamente en política, en la Izquierda Cristiana sobre todo, ella se dedicaba a la docencia e intentaba desarticular conflictos.

Cuando asumió como Presidenta de la Asociación de Académicos de la PUC, siempre hizo esfuerzos por moderar a los alumnos. En 1985 el DC Tomás Jocelyn-Holt asumió como presidente de la FEUC, poco después de asumido Vial en la rectoría.

La idea que tenía Jiménez en esa época era reforzar la gestión de Vial, lo que significaba controlar a los estudiantes y dar una muestra a la Junta Militar sobre lo bien que le hacía a la universidad contar con un civil al mando. En medio de esas gestiones, la ministra invitó a su casa a algunos profesores y a la nueva directiva de la FEUC, para dialogar sobre sus demandas. La reunión se había desarrollado con tranquilidad, hasta que Jiménez sostuvo un áspero diálogo con Jocelyn-Holt. -Mira chiquillo, yo podría ser tu mamá-, le dijo ella, en medio de la conversación. Jocelyn Holt, le contestó: “Mire señora, tengo un profundo respeto y afecto por su padre y sus hermanos, pero quiero explicarle dos cosas: en primer lugar, ya tengo mamá, y en segundo lugar, hay algo en lo que mi madre ha sido muy inteligente en su relación conmigo. Nunca me ha tratado de chiquillo”.

Y continuó: “No estoy dispuesto a aceptar una mecánica de manipulaciones para relacionarnos. Claramente tenemos otra agenda”, le enfatizó. La idea de Jiménez de tener una comunidad académica independiente y unida a la Iglesia, no era compatible con lo que querían los dirigentes estudiantiles de la entonces oposición. "No estábamos dispuestos a estar supeditados a la agenda de ella", cuenta uno de estos. Algunos ex estudiantes, hoy en la empresa privada y otros en cargos de gobierno, consultados por El Mostrador, recuerdan con molestia el poco apoyo que recibieron de parte de Jiménez en momentos en que fueron detenidos. Para otros, en cambio, rememora un ex dirigente y hoy asesor de gobierno, ella más de alguna vez demostró su apoyo e incluso en una oportunidad organizó una velatón cuando alumnos de distintas facultades fueron detenidos y trasladados a la Penitenciaría a mediados de los '80.

El No y una carrera ascendente

Jiménez jugó un rol importante para la Concertación en la etapa previa al plebiscito de 1988. Como directora ejecutiva de la "Cruzada por la Participación Ciudadana ", desplegó todos sus dotes de realizadora. La campaña de educación cívica, que comenzó en marzo de ese año para preparar el plebiscito del 5 de octubre, tuvo una larga lista de colaboradores. Según recuerda uno de ellos, un viejo dirigente DC, la ahora ministra era quien tenía todas las condiciones para que le depositaran la confianza y sobre todo los fondos llegados desde el extranjero.

Jiménez se desempeñó también como miembro del Comité por las Elecciones Libres que dirigía Sergio Molina. Trabajó con Serio Bitar en esa instancia y luego formó la corporación Participa, donde estudió y revisó temas relacionados con la transparencia electoral. Su activo trabajo y sus conexiones, la llevaron a ser presidenta de la Comisión Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Chile y posteriormente miembro de la Comisión Verdad y Reconciliación, nombrada por el ex presidente Patricio Aylwin, donde estuvo encargada de informar sobre las violaciones a los Derechos Humanos.

Se dice que ella ha dejado una huella en toda la gente con la que ha trabajado, sobre todo por su fervoroso catolicismo. "Hay algo que siempre nos orienta y nos guía. Podemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance, pero al final dependemos de Dios", dijo en más de alguna reunión. Cuando asumió la rectoría de la Universidad Católica de Temuco, en su discurso inaugural dejó en claro su estampa y la que tendría su futura administración. Abrió su exposición hablando sobre la familia, sus cinco hijos "universitarios" y sus seis hermanos, donde ella es la mayor.

Al continuar su discurso, Jiménez puso énfasis en la siguiente frase: “La vida familiar es un núcleo central en mi vida". Después les hizo una invitación a los presentes a reflexionar en la “Fe cristiana”. Luego de eso citó, ante la extrañeza de algunos estudiantes, el evangelio de San Juan. Sus vínculos con la Iglesia son muchos y variados. Trabaja con su amiga Margarita María Errázuriz, hermana del Cardenal Francisco Javier Errázuriz. También es cercana a Monseñor Manuel Camilo Vial, obispo de Temuco y Gran Canciller de la UC de la Araucanía.

La ministra le ha confiado a sus cercanos sentir admiración hacia monseñor Bernardino Piñera, y con el Cardenal Medina, que en sus tiempos en la PUC era Gran Canciller, mantuvo una buena relación. También tuvo tratos cordiales con el fallecido Cardenal Juan Francisco Fresno, así como con monseñor Ángelo Sodano, el nuncio de la Santa Sede durante el régimen de Pinochet. A esto suma importantes nexos a través de la Fundación Paz Ciudadana, cuyo presidente y fundador es el dueño de El Mercurio, Agustín Edwards Eastman. Jiménez fue parte de la primera directiva de la entidad junto al actual ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, y hoy es miembro de su consejo consultivo, donde comparte sillas con importantes empresarios, como Wolf von Appen y Horst Paulmann.

El factor Pérez

Cuando fue nombrada en la cartera de Educación, luego de la destitución de Yasna Provoste, el gobierno estaba metido en un zapato chino. Bachelet insistía en mantener un DC en el cargo, pero en esta tienda no estaban de acuerdo. El costo político que habían pagado era alto y, en cierta forma, sentían estar cargando nuevamente "con el muerto".

El encargado de facilitar la búsqueda y proporcionar el nombre, según fuentes de gobierno, fue el ministro del Interior. Para Pérez, según un personero DC, Jiménez era capaz de llegar a acuerdos y aprobar la polémica LGE. Pero no sólo esos factores influyeron en la decisión. Para el jefe de gabinete, según cuentan en el gobierno, Jiménez podía conectar a la Concertación con un mundo que hasta hoy se siente fuera del gobierno de Bachelet. "Edmundo lo hizo porque sabe que la Iglesia recurre a ella. Es cercana a los curas y al mundo conservador. Tiene clara conciencia de su nicho y de su piso político. Y eso a Pérez le encanta porque es justamente por donde el gobierno está perdiendo los votos", comentan en Interior. Su nominación causó sorpresa en la Concertación y más aún los cambios que introdujo en los equipos de Educación. Uno de los más importantes fue la adquisición de José Joaquín Brunner, quien es su gran respaldo para influir en la oposición.

Vea noticia en El Mostrador

miércoles, 13 de agosto de 2008

Bolivia y Osetia, los últimos fracasos de Estados Unidos

El próximo revés será en El Salvador

Ernesto Carmona

La legitimación de Evo Morales en Bolivia es el último revés de la política exterior de EEUU en América Latina. La siguiente contrariedad probablemente se dará en las elecciones parlamentarias y presidenciales de El Salvador, cuyo actual gobierno rivaliza con Colombia, Perú, México y Chile entre los más fieles aliados de EEUU en América Latina. El gobierno salvadoreño copió la Ley Patriota de Bush para perseguir a quienes levanten demandas sociales y es el único país latinoamericano que tiene tropas en Irak.

También el 18 de agosto asume el nuevo gobierno del Paraguay, encabezado por el ex obispo Fernando Lugo, de 57 años. El futuro gobernante prometió profundas reformas sociales en un país donde la clase rica se beneficio de 61 años de dominación del partido Colorado, que incluyen los 35 de la dictadura de Alfredo Stroeesner. Lugo
administrará una nación preponderantemente indígena, donde el campesinado y los pobres sufren la inequidad y la miseria, y deben resignarse a vivir en el 7% del territorio nacional, mientras la clase latifundista que representa al 7% de la población usufructúa del 93% de todas las tierras.

Y lejos de nuestra región, al presidente de Georgia, Mikheil Saakashvili, aliado íntimo de Bush, le está ocurriendo todo lo contrario que a Morales: tambalea en el gobierno, mientras su nación sufre una humillación militar de envergadura y está a punto de caer del poder después de haber llevado a su país a la mal calculada aventura de apoderarse de Osetia del Sur, un pequeño país independiente protegido por Rusia que no quiere ser parte de Georgia.

A medida que avanzan los lentos cómputos de la elección boliviana, el caudal de votos alcanzado por Evo Morales se acerca al 70% y, a la vez, cambia el mapa electoral que en las primeras horas posteriores a la votación le atribuyó derrotas en cinco de nueve departamentos, que en las últimas horas se habían reducido a dos. Asimismo, la OEA adelantó una abstención de alrededor de 15%, tasa bajísima para cualquier país
latinoamericano.

Sin embargo, la resonante victoria democrática de Morales no ha sido recogida de manera racional por los medios de comunicación de Bolivia, Chile ni del resto del mundo, que alardean con un supuesto “empate” y se empeñan en reemplazar la realidad real con un mundo virtual. Tal como ocurrió en su momento en Venezuela, los medios de comunicación están abandonando su rol informativo, que debiera ser veraz e imparcial, para convertirse en protagonistas políticos, como si fueran partidos.

¿Quién es Saakashvili?

El presidente del país donde nació José Stalin creyó que controlar Osetia del Sur sería un paseo, pero probablemente le cueste el cargo. Saakashvili alcanzó el poder traicionando a su ex maestro y protector Edward Schevarnadze, el último canciller de la Unión Soviética, quien fue el primer jefe de Estado de Georgia tras la desaparición de la
URSS. Medios como CNN, los países de la OTAN y el discurso de Bush y Condoleezza Rice presentan a Georgia como víctima y no como país agresor.

El mismo error de cálculo del “paseo militar” de Saakashvili ya ha ocasionado muchos sufrimientos en otras latitudes, cada vez que gobernantes cuestionados creyeron conquistar popularidad y legitimidad haciendo sonar las campanas del nacionalismo y la “integridad territorial”. Lo hicieron aquellos militares argentinos que con una mano torturaban a los jóvenes obreros y estudiantes de todo el país y con la otra los mandaban “a morir por la patria” en Las Malvinas.

Saakashvili es un peón de Estados Unidos en el tablero geopolítico del poder imperial en esa parte del mundo. Estudió leyes en EEUU, en las universidades de Columbia y George Washington, y trabajó en un influyente estudio de abogados de Nueva York. Y hoy vendería su alma al diablo con tal de ingresar a la OTAN.

Mal aconsejado por EEUU y tras una reciente visita de Condoleezza Rice, que le prometió el oro y el moro, el 6 de agosto Saakashvili se lanzó a recuperar Osetia del Sur, territorio que reivindican los nacionalistas de Georgia, pero midió mal la reacción rusa y le dio el
pretexto para ocupar toda Osetia del Sur y la vecina Abkhasia, otra nación enclavada en la frontera ruso-georgiana. Y así EEUU gatilló otra guerra que no se sabe cómo y cuándo va a terminar.

El futuro en El Salvador

Mauricio Funes es un periodista del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), nacido en 1959, que según todas las encuestas resultará elegido presidente de El Salvador en la elección presidencial del 15 de marzo 2009. Previamente, el 18 de enero, habrá elecciones parlamentarias y municipales que, según todas las encuestas,
también ganará el FMLN.

A 12 años del término de la guerra civil de dos décadas, a comienzos del 2009 puede comenzar a escribirse un nuevo capítulo en la historia de este país, destruido por la intervención de EEUU durante la segunda mitad del siglo 20.

Primero llegaron las corporaciones que se adueñaron de la tierra para cultivar el banano y otras especies, luego destruyeron el ambiente y cometieron incontables abusos contra los trabajadores de El Salvador. Enseguida, irrumpieron los escuadrones de la muerte y EEUU llevó sus recetas de contrainsurgencia, los tratados comerciales dañinos y el bloqueo de los movimientos democráticos.

Y ahora, por primera vez desde los Acuerdos de Paz que en 1992 dieron fin a la brutal guerra civil de doce años, el progresista FMLN tiene una opción razonable de ganar el poder en las próximas elecciones. En todas las últimas encuestas de 2008, el Frente exhibe una cómoda ventaja sobre el partido derechista ARENA, que ha perpetuado las
mismas políticas dañinas que condujeron a la guerra civil en 1980.

Se espera que el FMLN detenga la desastrosa privatización del acceso al agua y el cuidado de salud, restaure los derechos de los trabajadores, luche por enmendar los acuerdos de comercio para un reparto más equitativo que beneficie menos a las corporaciones, ponga fin a la participación de El Salvador en la ocupación de Irak y, en
general, siga la trayectoria pavimentada por los gobiernos progresistas latinoamericanos que muestran distintos grados de distanciamiento de EEUU, con diferentes matices, desde Brasil a Cuba, pasando por Venezuela, Ecuador, Argentina, Bolivia, Nicaragua y otros, cuyos gobiernos se muestran más bien distantes y “descomprometidos” con la suerte del imperio en esta parte del mundo, como Guatemala, Honduras, probablemente Paraguay y otras naciones

Mauricio Funes ha dicho con claridad que Washington no está yendo a ninguna parte y que, a pesar de las cicatrices del pasado, está dispuesto a trabajar con quien suceda a Bush. Comentando 'La necesidad de un cambio en el gobierno', el editorialista Salvador Ventura, del diario Colatino de San Salvador, afirmó el 11 de agosto: 'Las encuestas, mapa del momento, dicen que el FMLN y su candidato Mauricio Funes ganarán las elecciones. Eso, en primera instancia, llena de optimismo a los salvadoreños'.

Luego añadió: Un segundo instante sostiene que la derecha, si se puede hablar de un sector reflexivo, ha entendido el mensaje y la necesidad de un cambio de rumbo en la manera de administrar la cosa pública. Y una tercera etapa, que la izquierda se encuentra preparada para aceptar el reto, asumir el gobierno y eventualmente el poder'.

Al parecer, la suerte está echada... Mauricio Funes llevará como candidato a vicepresidente al ex-combatiente Salvador Sánchez Cerén.

Ernesto Carmona (especial para ARGENPRESS.info)

Los dos tercios de Evo Morales

Los números no ayudan a la derecha en Bolivia

Marcos Salgado
Rebelión

Cuando todavía faltaba contar el 20 por ciento de los votos del referéndum del domingo, el Sí al presidente Evo Morales superaba el 66 por ciento de los votos. Una abrumadora mayoría, inédita en la historia democrática latinoamericana. A pesar del esfuerzo mediático continental de presentar como saldo del comicio una Bolivia aún más dividida, los números revelan que el No al presidente prevaleció en apenas dos departamentos de la “media luna” boliviana, supuesto medio país alzado que, en rigor, apenas alcanza a los sectores de privilegio y las capas medias y altas de las ciudades capitales del oriente. Aunque el proceso de cambio en Bolivia se anota una victoria esperanzadora, los sectores desestabilizadores no cederán. Antes y después del cachetazo, dejaron claro que no aceptan las reglas de juego de la democracia. Está claro que la definición de “golpismo civil” que comenzó a utilizar el presidente boliviano es mucho más que una consigna electoral.

Aunque la política -y mucho menos los procesos de cambio profundo- nada se parecen a la matemática, muy de vez en cuando la contundencia absoluta de los números permiten entender procesos sociales. Sólo sucede cuando las mayorías construyen fenómenos unívocos, como las restas, las divisiones, las multiplicaciones y, en especial, las sumas.

Y las fracciones contundentes claro, como cuando se cuenta con dos tercios de un entero.

En su conversación del lunes último con su colega y amigo venezolano Hugo Chávez, el presidente Evo Morales dijo que el recuento oficial de los votos lo ponía en el umbral de “los dos tercios” de la votación. La mención a esa fracción que es sinónimo de mayoría absoluta en las democracias tradicionales no es casual. Es la misma fracción que lucían los “cívicos” de Santa Cruz en sus estandartes y escenarios cuando la Asamblea Constituyente se vio obligada a avanzar en la redacción de una nueva Constitución Política del Estado sin alcanzar los dos tercios de su composición inicial, precisamente por el sabotaje permanente al que los mismos “cívicos” y sus aliados sui géneris de la derecha parlamentaria la sometieron.

En ese momento -hablamos del último trimestre de 2007- se apropiaron del reclamo de las autonomías regionales como punta de lanza de su plan desestabilizador. No había que escuchar demasiado a los referentes de la media luna ni recorrer por demás las calurosas y venteadas calles de Santa Cruz de la Sierra para entender que el verdadero objetivo era (es) “tumbar al indio”, a la “chola de Chávez”, al de la “raza maldita”, al “fundamentalista aymara”: Evo Morales.

Algunos incautos -entre los que me cuento- creímos en aquellos días que aquella iniciativa, convenientemente apoyada en todos los terrenos por los Estados Unidos y articulada abrumadoramente por la inmensa mayoría de los medios de comunicación de masas podría llegar a tener éxito si seguía creciendo. Y tal vez así hubiera sido, de no ser por la decisión de Evo Morales de jugar a todo o nada y enviar al Congreso una ley de referéndum revocatorio para que sea el pueblo el que revalide o termine con los mandatos. Para que sea el pueblo el que decida. Aunque suena a consigna vacía tras décadas de salir de bocas oportunistas, neoconservadoras o fascistoides, no es ni más ni menos que eso lo que sucedió en Bolivia: el pueblo decidió, y vaya que lo hizo.

A la hora de entregar esta nota, con algo más del 80 por ciento de los votos contados, el Sí superaba -tal el anuncio de Evo- el 66 por ciento con tendencia clara a seguir creciendo. También se estrechaban las diferencias entre el No y el Sí en aquellos departamentos orientales donde las encuestas a boca de urna de las cadenas televisivas montaron una matriz que debe ser desmontada: medio mapa pintado de No, medio de Sí. Sí en la Sierra, No en el Oriente. Nada más lejos de la realidad de los números.

Repasemos el voto en la media luna supuestamente rebelde. En Pando, se impuso el Sí al presidente con el 52 por ciento, una tendencia irreversible cuando faltaban sumar un puñado de mesas; en Beni, el No se imponía con un abultado 68 por ciento, en un escrutinio sospechosamente estancado en el 41 por ciento de los centros de votación (recordemos que el recuento lo realiza cada corte electoral departamental, es decir, las mismas que realizaron los referéndum autonomistas ilegales); en Tarija, con la suma concluida, el Sí se ubicó en el 49,83%, 459 votos debajo del No. En Chuquisaca, todavía sin datos finales, la diferencia a favor del No era de cuatro puntos, y se encaminaba a otro empate cerrado como el de Tarija. Santa Cruz de la Sierra demanda un párrafo aparte.

En la tierra de la aristocracia boliviana, en esa ciudad trazada en anillos concéntricos a la coqueta Plaza Mayor hoy degenerada lastimosamente en el epicentro de la intolerancia, faltaba contar un cuarto de las mesas habilitadas y el Sí a Evo se ubicaba cerca del 40 por ciento. De no mediar una mano negra, se estima que en el cómputo final podría incluso subir algo más. Es un cuarenta por ciento histórico y valiente.

Histórico porque supera ampliamente el 33% que obtuvo Evo Morales en la presidencial del 2005. Valiente, porque no es fácil votar por el Sí cuando -con bates de béisbol y en turba agresiva- la temible Unión Juvenil Cruceñista “custodia” la puerta de las escuelas con la complicidad de la policía municipal, justo en las escuelas donde el voto de apoyo a Evo se pronosticaba mayor.

Valiente el voto de los indígenas chiquitanos de San Ignacio de Velasco, en el oeste de Santa Cruz, que votaron Sí el mismo día que sus médicos y educadores, cubanos ellos, fueron golpeados, secuestrados y abandonados en un paraje desolado por una banda a sueldo de los terratenientes locales, tal como lo adelantó el domingo la cadena Telesur y lo denunció luego la Coordinadora de Derechos Humanos de Bolivia.

En suma, el mapa de la división que presentaron los medios de comunicación privados el domingo por la tarde nunca fue tal. Los números pueden traducirse de forma simple: Evo Morales y el Sí a su continuidad arrasó por igual en ciudades, caseríos y campos de la sierra y el centro de la ciudad, y también recibió aval mayoritario en el interior de los departamentos del oriente. Allí sólo perdió en las ciudades capitales, en una derrota amplificada por los medios de desinformación y contrastada caprichosamente con la victoria de los prefectos, para generar la matriz de opinión de la Bolivia dividida, alegremente recogida luego por los medios hegemónicos del continente, que olvidaron Bolivia y su histórica elección apenas percibieron la contundencia de los números de la Corte Nacional Electoral.

Santa Cruz dividida, Bolivia no

Branko Marincovic, el multimillonario terrateniente y próspero empresario presidente del Comité Civico de Santa Cruz mascullaba bronca tras los resultados y pedía que el presidente “contara bien los votos blancos y nulos” antes de cantar victoria. Si lo pensó dos veces, se arrepintió de ese reclamo, igual, le tomamos la palabra, por aquello de las matemáticas y su siempre esquiva confluencia con la política.

Veamos. El referéndum de mayo último otorgó un 85 por ciento de aprobación a los estatutos autonómicos cruceños, pero con un “detalle” que no se puede soslayar: votó poco más de la mitad del padrón. Con un par de cálculos que no vamos a detallar aquí y con los datos de la votación del domingo en la mano, se explica el porque de tal deserción: los que no votaron y los que votaron contra los estatutos en mayo son el 40 por ciento del domingo. Los valientes del domingo en Santa Cruz. Un gobernante que se llena la boca de democracia y pueblo, como el prefecto local Rubén Costas, debería tener en cuenta estos datos. Debería entender que si hay algo que está dividido casi al medio no es el país sino su propio departamento. Pero no.

El mismo domingo por la noche, en una plaza mayor no muy llena y calculando la hora de su discurso para que coincidiera con el de Evo Morales, Costas se mostró intransigente y reeditó sus piezas más intolerantes y racistas (volvió a calificar de “macaco mayor” al presidente de Venezuela Hugo Chávez y habló del “fundamentalismo aymara” para referirse a al proyecto de Constitución Política del Estado), también ratificó que su estatuto autonómico es innegociable. A la misma hora en La Paz, el presidente Evo Morales -ratificados por los dos tercios de los bolivianas y los bolivianos- desde la Plaza Murillo llamaba a los prefectos opositores a compatibilizar el proyecto de Constitución con los estatutos votados por las mayorías relativas que ya remarcamos. Mientras tanto, en las otras regiones los prefectos opositores ratificados rayaban la cancha con el mismo tono pendenciero.

Así, tanto Evo Morales como los prefectos mostraron sus cartas para el panorama que se viene. “La oposición debería entender el mensaje del pueblo, pero no lo harán, no les interesa”, decía en la noche del domingo un dirigente del MAS de Santa Cruz, batallando entre la felicidad y el escepticismo. Pero la idea resume buena parte de lo que viene en el Bolivia, el país más pobre de la América continental y a la vez desde ahora -quién puede dudarlo honestamente- el de mayorías más categóricas.

Lo que viene

Ya sabemos que la oposición virulenta, encarnada acabadamente en los cívicos pero también en los medios de comunicación privados, no aceptarán el convite de un diálogo serio. Buscan “tumbar al indio” para mantener sus privilegios, en el medio no hay nada.

Pero el gobierno de Evo Morales no puede bajar los brazos en esa negativa, debe encarar una tarea titánica.

Por un lado, debe encontrar la forma de neutralizar el golpismo civil y arrebatarle las banderas en la cual estructuran su discurso mediático: las autonomías y el nuevo caballito de batalla: el impuesto directo a los hidrocarburos, resignificado por los medios como el gran problema de la liquidez de las prefecturas, mientras en rigor se trata de una redistribución de los ingresos que busca beneficiar a los más postergados.

Precisamente, eso lo más importante y ese el segundo gran desafío: seguir adelante con la prioridad que bien definió el presidente el domingo: combatir la pobreza extrema. Se viene de tan atrás que todos los esfuerzos son todavía pocos. Evo lo sabe mejor que nadie, y los pobres de toda pobreza saben que él lo sabe. Y le creen. Para el que no lo crea, están las matemáticas.

Ver texto en Rebelion

Rusia trata de librar a Georgia de su locura

John Helmer
Asia Times

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens


Una palabra explica el motivo por el cual EE.UU., la OTAN y la Unión Europea se han forzado a cruzarse de brazos, mientras Rusia defiende sus ciudades, y sus intereses nacionales en el Cáucaso, y libera a los georgianos de la demencia de su impopular presidente, Mikheil Saakashvili. Esa palabra es Kosovo.

Rusia envió tropas a la región separatista georgiana de Osetia del Sur para enfrentar a soldados georgianos que habían avanzado dentro de ese territorio. Cuatro días de duros combates han causado miles de víctimas y la retirada de las fuerzas georgianas. Se informó que las tropas rusas seguían combatiendo el lunes en partes de Georgia, incluso alrededor de la capital Tbilisi.

Ochocientos años de historia caucásica explican por qué Saakashvili ha impuesto semejante destrucción e ignominia sobre sus compatriotas durante los últimos días. La reina Tamar, la más importante soberana georgiana (1184-1213), es responsable por el hábito mostrado por los gobernantes georgianos durante el último milenio de tratar a sus vecinos Armenia, Azerbaiján, Osetia y la costa de Turquía en el Mar Negro como si fueran protectorados. Pero como Tamar también enseñó a sus compatriotas, a la ambición georgiana siempre se le acaba la fuerza cuando los vecinos resultan ser igual de ambiciosos, ricos o duros.

El número 300 explica lo que significa ser más duro – es la suma de la cantidad de piezas de artillería rusa que fueron desplegadas solo a Osetia del Sur, una vez que Saakashvili despachó sus soldados entrenados por EE.UU. e Israel para que entraran en acción en Tsjinvali, capital de Osetia del Sur. Ese ataque, según el pensamiento militar ruso, no tenía la intención de retener a Tsjinvali en Georgia, sino de destruirla, y retirarse rápidamente a Georgia – terminando con la secesión surosetia a través de la liquidación de su pueblo.

Queda por ver cuán duros son ahora los objetivos de guerra rusos – a diferencia de sus métodos. Según fuentes georgianas, no hay refugio para los atacantes en la propia Georgia, mientras la artillería rusa golpea duramente a las unidades militares georgianas dentro de su alcance; la fuerza aérea rusa bombardea toda unidad y depósito militar en territorio georgiano; y la flota rusa del Mar Negro responde al fuego de barcos georgianos frente a Ochamchire, el puerto regional abjazio.

Para todos los rusos, no sólo para los que tienen parientes en Osetia, la destrucción casi total por cañones georgianos de Tsjinvali es un crimen de guerra. Las muertes de unos 2.000 civiles en el ataque georgiano, y la fuga forzada de unos 35.000 sobrevivientes de la ciudad – el último censo de la población de Tsjinvali fue de 30.000 – han sido descritas por los dirigentes rusos, y son entendidas por la opinión pública rusa, como una forma de genocidio. Noventa por ciento de la población de la ciudad, son ciudadanos rusos.

Para los rusos, el ataque georgiano del 8 de agosto parece ser el mismo tipo de “limpieza étnica” que EE.UU. y las potencias europeas han tratado como un crimen contra la humanidad, cuando fue cometido en el antiguo territorio de Yugoslavia federal.

Pero los rusos ven la guerra internacional que despedazó Yugoslavia como un ensayo para despedazar el Cáucaso ruso, primero al armar al secesionista chechenio Dzhokar Dudayev; luego, al financiar terrorismo anti-ruso en las provincias rusas de Chechenia e

Ingushetia; y ahora por la arremetida militar georgiana contra Osetia del Sur.

Ya que EE.UU. y la Unión Europea han obligado hace tan poco tiempo a Serbia a aceptar la toma albana de la provincia Kosovo de Serbia, el punto de vista abrumador en Rusia es que no se permitirá que esto vuelva a ocurrir. “Osetia no es Kosovo” es hoy un refrán generalizado en Moscú.

“Si [el antiguo presidente yugoslavo] Slobodan Milosevic tuvo que ser juzgado – la opinión en este país es que lo mismo debería pasar con Saakashvili," dice un destacado analista moscovita.

Pero ¿es ahora un objetivo de guerra ruso expulsar del poder de Saakashvili? Dicen que el Ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo a la Secretaria de Estado de EE.UU., Condoleezza Rice, durante el fin de semana que Saakashvili "debe irse". Bernard Kouchner, Ministro de Exteriores francés, en una misión de mediación entre las capitales georgiana y rusa, oirá el mismo punto de vista en Moscú el lunes.

El argumento ruso es que, desde su llegada al poder en 2003, Saakashvili ha militarizado su país con armas, entrenamiento militar y dinero de EE.UU., la OTAN e Israel, sin otro propósito que amenazar a Rusia, y a las nacionalidades minoritarias de la región, que buscan la protección de Moscú – los abjazios y los osetios.

Saakashvili, dice el argumento ruso, ha iniciado una escalada militar durante el último año porque su base política se ha resquebrajado y su apoyo interior disminuye. La oposición política georgiana en el interior, y en el exilio, está de acuerdo. Acusa al presidente y a su familia, incluyendo al poderoso Timur Alasaniya, tío de Saakashvili, de enriquecerse de un modo corrupto con el tráfico de armas y de apoderarse de los recursos del país, de concesiones portuarias y comerciales para ellos y sus partidarios. Alasaniya, hermano de la madre de Saakashvili, tiene la posición oficial de representante georgiano ante una Comisión de Desarme de Naciones Unidas en Nueva York (nada que ver con Irakly Alasaniya, embajador de Georgia ante Naciones Unidas).

Los dirigentes de la oposición georgiana casi lograron derribar a Saakashvili durante el otoño pasado. El presidente se vio obligado a imponer el estado militar en Tbilisi, mientras su ex ministro de defensa, Irakly Okruashvili, lo acusaba públicamente de asesinato y corrupción. Okruashvili se encuentra actualmente en París, donde el gobierno francés le otorgó asilo político. En junio, un tribunal francés rechazó la orden de detención de Saakashvili para el arresto y extradición de su antiguo amigo y actual crítico más encarnizado. Okruashvili no está comprometido por antiguos vínculos profesionales con Moscú, como una serie de dirigentes de partidos políticos en Tbilisi. Okruashvili es un probable candidato para reemplazar a Saakashvili, siempre y cuando la opinión pública se vuelva contra el presidente.

Pero esto no puede suceder mientras continúen las operaciones militares rusas contra objetivos georgianos. Destacadas personalidades de la oposición dentro del país, como Shalva Natelashvili, jefe del Partido del Trabajo Georgiano, creen que deben mantenerse en silencio por el momento. Según Irakly Kakabadze, organizador independiente de la oposición basado en Nueva York: “Una vez que terminen los bombardeos, creo que Saakashvili no sobrevivirá.” En la primavera, Kakabadze fue arrestado y encarcelado en Tbilisi por hombres de la seguridad de Saakashvili que trataban de desorganizar una protesta callejera contra el régimen del presidente.

La opinión pública en Georgia ya culpa a Saakashvili por la locura y la pérdida de la aventura osetia. Incluso antes de que comenzara la semana pasada, dirigentes de la oposición llamaron a terminar con la militarización del país. Sin embargo, como dijo un dirigente opositor el lunes, los bombardeos deben detenerse: “De otra manera, los rusos estarán convirtiendo a Saakashvili en la víctima.”

El problema para los rusos es que la detención de la campaña militar no pone fin a las amenazas de Saakashvili. Tampoco existe confianza alguna en Moscú, a ambos lados del muro del Kremlin, en que se pueda confiar en que Rice y en Kouchner controlen a Saakashvili, incluso si prometieran hacerlo.

Si esta semana se acuerda un cese al fuego, georgianos y rusos podrían ponerse de acuerdo en que Saakashvili tiene una responsabilidad por la guerra que comenzó el 8 de agosto. Sin embargo, ni los críticos internos de Saakashvili, ni el gobierno ruso, esperan que los estadounidenses abandonen ahora a su hombre – menos todavía, que lo escolten al tribunal de crímenes de guerra de La Haya.

Ya que los franceses tienen a la alternativa presidencial georgiana, Okruashvili, bajo su tutela en Paris, lo que hagan a continuación podría colmar la brecha que abrió la artillería de Saakashvili el viernes pasado.

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John Helmer ha sido corresponsal basado en Moscú desde 1989, especializado en la cobertura del mundo de los negocios ruso.

(Copyright 2008 Asia Times Online (Holdings) Ltd. All rights reserved.

http://www.atimes.com/atimes/Central_Asia/JH12Ag02.html



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lunes, 11 de agosto de 2008

Kosovo Sí, Osetia no: entendiendo lo que ocurre en Georgia

Aprovechando la distracción de los Juegos Olímpicos, el presidente de Georgia decidió invadir a Osetia del Sur para evitar que ésta se una con Osetia del Norte, provocando más de dos mil víctimas.

Luigino Bracci Roa
YVKE Mundial

El presidente de Georgia decidió resolver los problemas que tiene desde 1989 con la provincia separatista de Osetia de la forma más radical: haciendo una invasión sorpresa, apoyada por Estados Unidos y aprovechando que el planeta está distraído con los Juegos Olímpicos. Necesita terminar con la secesión antes de diciembre, para así poder unirse a la OTAN. El 99 por ciento de los habitantes de Osetia del Sur desean unirse con Osetia del Norte bajo la Federación Rusa. Pero el mundo no los apoya, aunque sí apoyan a Kosovo.

Un fuerte conflicto se desató el viernes en la región de Georgia llamada Osetia, cuando el Ejército georgiano trató de tomar la ciudad por sorpresa para poner fin a un movimiento que, desde los años noventa, intenta que dicha región se una de nuevo en una sola nación que forme parte de la Federación rusa.

Esto ocasionó una fuerte respuesta de Rusia, que penetró el territorio. "El Kremlin envió tanques y aviación a la capital independentista, Tsjinvali, para evitar su captura por las tropas georgianas que, al mediodía de ayer, estaban a punto de controlar la ciudad después de un asalto masivo en el que según diversas fuentes, se registraron numerosas víctimas civiles", relata El País de España.

Para entender mejor el conflicto, hay que entender qué ocurre exactamente en Georgia en estos momentos. También debemos explicar qué es Osetia y cuales son sus aspiraciones. Por último, entenderemos las similtudes y diferencias entre Osetia y Kosovo, y por qué.

Georgia, apoyada por EEUU, quiere formar parte de la OTAN a como dé lugar

Tras bambalinas, lo que ocurre es un fuerte conflicto geopolítico donde Georgia, país fuertemente apoyado por Estados Unidos (donde ocurrió una "revolución rosa" en 2003 con apoyo norteamericano que desplazó del poder al presidente de aquel entonces, Eduard Shevardnadze), se enfrenta con una región, Osetia del Sur, que desea integrarse a Osetia del Norte, república que forma parte de la Federación Rusa.


Según explica el analista Peter Lavelle, Georgia además hace esfuerzos extraordinarios por entrar en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte, bloque militar occidental creado originalmente para defenderse de la URSS), debido a que el ingreso permitirá a su presidente, Mijail Saakashvili, cumplir su promesa de un Programa de Acción de Membresías que ocurrirá al entrar en el bloque. Desea hacerlo antes de diciembre, próxima reunión de la Organización.

Sin embargo, Georgia no puede formar parte de la OTAN porque, para ser miembro de esta organización, se exige a los Estados que no tengan problemas territoriales no solucionados. Georgia tiene el problema de Osetia y el de la región de Abjasia, que también se proclama república autónoma desde 1992.

Saakashvili tiene que resolver sus problemas con Osetia para ser parte de la Otan. A pesar de que prometió el 6 de agosto una tregua unilateral, el 8 de agosto Saakashvili rompió su promesa. "La razón es obvia: el mundo entero está viendo las Olimpiadas de Verano en Beijing", explica Lavelle, quien añade que Estados Unidos le dió un apoyo tácito a la "agresión sin sentido" de Saakashvili. "La OTAN probablemente hará lo mismo, aunque con el usual toque moral pidiendo respeto a los derechos humanos".

Y así ocurrió. El Presidente Bush, quien está de visita en Beijing, emitió un corto comunicado este sábado pidiendo el fin "inmediato" de los combates en Osetia del Sur. "Pedimos el fin de los bombardeos rusos y la vuelta a la situación del 6 de agosto", dijo. "Georgia es un país soberano y hay que respetar su integridad territorial", agregó. Dijo que trabajará con sus "aliados europeos" para "lanzar una mediación internacional para reanudar el diálogo". "Rusia tiene que apoyar estos esfuerzos para restablecer la paz lo antes posible".

Lavelle añade que los países occidentales y Ucrania han dotado a Georgia con un fuerte arsenal de armamento pesado, y que militares estadounidenses han practicado "juegos de guerra" y han entrenado a las nuevas fuerzas de Georgia a través de ejercicios.

Los osetios se consideran un grupo étnico aparte de los rusos y los georgianos. Tienen su propio idioma, costumbres y cultura propia. En la actualidad, Osetia está dividida en dos: una buena parte del territorio, Osetia del Norte, forma parte de la Federación Rusa, pero otra parte, Osetia del Sur, pertenece a Georgia.

Una vez comezó el proceso de disolución de la Unión Sovietica en 1989, Osetia del Sur se autodeclaró unida a Osetia del Norte, decisión que el Parlamento de Georgia declaró anticonstitucional, y que la comunidad internacional se negó a aceptar. Esto causó una guerra civil, que provocó que unos 100.000 osetios emigraran a la parte rusa del país. En el conflicto, Georgia ha recibido el apoyo de Estados Unidos, mientras que Osetia del Sur recibió el de Rusia.

El 19 de enero de 1992, la mayoría de los habitantes de Osetia del Sur votó a favor de su anexión a Rusia. Un nuevo referendo se realizó 14 años después, el 12 de noviembre de 2006, con un 91% de participación, en donde el 99% votó por la independencia de Georgia y la unión con Osetia del Norte y Rusia. Este referendo no fue reconocido por Georgia ni la comunidad internacional.

Las hostilidades cesaron tras la firma de un acuerdo entre Rusia y Georgia, por el cual a partir del 14 de julio de 1992 en la zona se desplegarían fuerzas de paz tripartitas, tanto de Rusia como de Georgia y de Osetia del Sur.

Petróleo, siempre petróleo

No puede dejarse de notar que Georgia es un país de importancia vital desde el punto de vista geopolítico, pues miles de barriles de petróleo y gas se extraen diariamente desde el mar Caspio y deben transportarse al mar Negro, con el fin de que puedan llevarse al Mediterráneo y al resto del mundo.

Estados Unidos controla únicamente los oleoductos que pasan por Georgia, pues el resto pasan por Rusia. Si Osetia del Sur se integra a Rusia, estos oleoductos georgianos ya dejarán de estar controlados por los Estados Unidos.

La agresión de Georgia

Una vez entendido esto, podemos retomar lo ocurrido en Osetia.

Simultáneamente al inicio de las Olimpiadas en Beijing, el Ejército georgiano trató de tomar la capital de Osetia del Sur, Tsjinvali, por sorpresa para poner fin al movimiento que intenta que dicha región se una de nuevo en una sola nación que forme parte de la Federación rusa.

Según el líder osetio Eduard Kokoiti, 1.400 civiles podrían haber muerto en una ofensiva de Georgia sobre puntos estratégicos de Osetia. Según el embajador ruso en Tbilisi, Viaceslav Kovalenko, son "como mínimo 2 mil" las víctimas civiles en los ataques de Georgia contra la capital de la república separatista Osetia del Sur.

Aviones de guerra georgianos han atacado las posiciones de la provincia de Osetia del Sur horas después de que abrieran fuego con tanques. Varios aviones georgianos modelo Su-25, tomaron parte en el ataque en la capital de la región separatista de Tsjinvali. El Comité de Información y Prensa (CIP) del Gobierno secesionista afirma que los ataques han causado al menos quince muertos.

Esto ocasionó una fuerte respuesta de Rusia, que penetró el territorio. "El Kremlin envió tanques y aviación a la capital independentista, Tsjinvali, para evitar su captura por las tropas georgianas que, al mediodía de ayer, estaban a punto de controlar la ciudad después de un asalto masivo en el que según diversas fuentes, se registraron numerosas víctimas civiles", relata El País de España.

En respuesta, el presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, acusó a Rusia de invadir el territorio georgiano y declaró la movilización general del Ejército que supondrá una inyección de 100.000 hombres a las Fuerzas Armadas. "Rusia ha entrado en guerra con nosotros en nuestro propio territorio", advirtió el líder georgiano. A esas tropas se unirán inmediatamente un millar de los 2.000 soldados que Georgia tiene destacados en Irak.

Los refuerzos entraron en Tsjinvali poco después de que el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, declarara que defenderá la seguridad de sus compatriotas y acusara a Georgia de violar el derecho internacional al emprender una agresión contra Osetia del Sur, que existe como estado independiente pero sin reconocimiento internacional hace dieciséis años.

Rusia no tiene previsto recular. Su presidente, Dimitri Medvédev, ha hablado por teléfono con su homólogo estadounidense, George W. Bush, al que ha comunicado en primera persona que la única salida a la crisis actual es la retirada de las fuerzas de Tbilisi.

Este sábado, un bombardeo ocurrió en la ciudad de Gori, en territorio de Georgia fuera de Osetia. Las bombas cayeron en áreas civiles, dejando decenas de muertos. Las agencias internacionales acusan a Rusia de haber causado el bombardeo.

Georgia, que primero ha declarado el estado de guerra, ahora insiste en un alto el fuego para impedir una supuesta "limpieza étnica" perpetrada por Rusia en su territorio. Los representantes del Gobierno de Moscú defienden la legalidad de su intervención para proteger a sus ciudadanos en la región.

Al ocurrir estos hechos, las tropas de la República de Abjasia, que también había declarado su indepdendencia desde 1992 pero que no reconocen ni Georgia ni la Comunidad Internacional, han decidido mover su ficha por cuenta propia y han lanzando una ofensiva para apoderarse del desfiladero de Kodori, que Georgia había retomado en 2006 en violación de los acuerdos de desmilitarización de las zonas colindantes, alcanzado en 1995.

Kosovo sí, Osetia no

A pesar de que esta comunidad internacional ha aceptado con extraordinaria rapidez la independencia de Kosovo y el desmembramiento de la antigua República Socialista de Yugoslavia (apoyada por Estados Unidos y la Otan), ese no ha sido el caso con Osetia del Sur, territorio que en todo caso no desea ser independiente sino unirse a Osetia del Norte, que es una República que forma parte de la Federación Rusa. La razón posiblemente tiener que ver con el apoyo que Estados Unidos da a Georgia, y a la importacia geoestratégica del territorio, surcado por oleoductos que llevan petróleo y gas desde el mar Caspio hasta el Mediterráneo.

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domingo, 10 de agosto de 2008

El nuevo pebetero ideológico chino

Xulio Ríos
A pesar de la reiterada insistencia en la neta separación de deporte y política, lo cierto es que la espectacular ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Beijing no solo encerró una llamativa puesta en escena de la milenaria cultura china y sus tradiciones más características, sino que, ante todo, bien podría incorporar toda una reinterpretación del proyecto de reforma imaginado por Deng Xiaoping y cuya nueva esencia se podría resumir en la propuesta de “progreso con identidad”, según la cual, la nueva China no solo será moderna y desarrollada sino que, a partes iguales, también será confuciana.

Pasar a primer plano en un escenario de estas características tan atrevida propuesta no puede ser considerada una simple anécdota ni resultado del atrevimiento de Zhang Yimou, el artífice artístico cuya celebrada elocuencia nos hizo olvidar a todos el boicot de Spielberg. No solo porque en toda la estructura interna de la organización olímpica han funcionado a pleno rendimiento las células del Partido, implantadas aquí a modo de columna vertebral inexcusable para garantizar el éxito del evento, sino igualmente porque la cúpula china, Hu Jintao incluido, ha debido estar al corriente del principal mensaje que la ceremonia debía transmitir al mundo.

Así pues, al hilo de esta propuesta, la armonía que nos sugiere el PCCh es aquella que debe conciliar futuro y pasado, dejando a un lado los movimientos que a lo largo del siglo precedente basaron toda la estrategia de renacimiento de la gran nación china en la condena y negación de las tradiciones más enraizadas en el imaginario del país, incluyendo los de corte marxista y liderados por el propio PCCh durante las décadas de preeminencia maoísta en las que Confucio fue objeto de numerosas campañas de descrédito y ridiculización.

El actual liderazgo chino nos sugiere a viva voz que su legitimidad no se deriva del ideario marxista del PCCh y sus tradiciones revolucionarias, sino en su capacidad para articular el proceso de recuperación de la grandeza perdida, esbozando un nuevo pacto con la sociedad que tendrá en consideración tanto los aportes materiales realizados en términos de bienestar como igualmente la reedición del peculiar “mandato del cielo”, que intercambia obediencia cívica y virtud en el desempeño público. Asimismo, su irrenunciable monopolio político hundiría las raíces en el mandarinato confuciano que administró el país durante milenios y no en su condición de formación de “vanguardia del proletariado”.

Las propuestas de signo interclasista (la llamada triple representatividad) impulsadas por Jiang Zemin, el antecesor de Hu Jintao, presente en el palco de honor del Estadio Nacional junto a los miembros del Buró Político, abrieron en su día una profunda grieta en la homogeneidad del PCCh, que hoy aspira a incluir en sus filas todo cuanto socialmente aporte dinamismo y creatividad, a fin de evitar tanto su fosilización como el surgimiento de movimientos alternativos que puedan llegar a cuestionar su exclusiva –y excluyente- función dirigente.

El progresivo abandono del ideario marxista, que subsistirá protocolariamente por un tiempo, aventura la intensificación del debate ideológico interno acerca del futuro político de la reforma, incentivado por los llamamientos realizados en el congreso celebrado en octubre pasado y la disposición a la polémica, cada vez más abierta, del mundo intelectual y los think tanks próximos a los entornos gubernamentales y partidarios.

Se tomarán para ello el tiempo necesario, pero, visto lo visto, en los años venideros se deberán identificar las claves de esa reforma política largamente anunciada y cuya singularidad procedimental y conceptual, alejada de las exigencias occidentales en cuanto sea necesario, se basará en esa tradición confuciana tan revindicada en la ceremonia de apertura.

Xulio Ríos es director del Observatorio de la Política China (Casa Asia-IGADI)

jueves, 7 de agosto de 2008

Zizek: El complejo poético-militar

Slavoj Zizek

Radovan Karadzic, el líder serbobosnio responsable de la terrible limpieza étnica en la guerra de la antigua Yugoslavia, está, por fin, detenido. Ahora es el momento de alejarse un poco y examinar la otra faceta de su personalidad: psiquiatra de profesión, no sólo era un jefe político y militar implacable y despiadado, sino también un poeta. Y no debemos despreciar su poesía ni considerarla ridícula; merece una lectura detallada, porque ofrece la clave para entender cómo funciona la limpieza étnica. He aquí los primeros versos de un poema sin título que se identifica por su dedicatoria, "... Para Izlet Sarajlic": "Convertíos a mi nueva fe, muchedumbre. / Os ofrezco lo que nadie ha ofrecido antes. / Os ofrezco inclemencia y vino. / El que no tenga pan se alimentará con la luz de mi sol. / Pueblo, nada está prohibido en mi fe. / Se ama y se bebe. / Y se mira al Sol todo lo que uno quiera. / Y este dios no os prohíbe nada. / Oh, obedeced mi llamada, hermanos, pueblo, muchedumbre".


Estos versos describen una constelación precisa: el llamamiento obsceno y brutal a suspender todas las prohibiciones y disfrutar de una orgía permanente destructiva. El nombre que da Freud a ese dios que "no os prohíbe nada" es el superego, y ese concepto es crucial para entender la suspensión de las prohibiciones morales en la violencia étnica actual. Aquí hay que dar la vuelta al cliché de que la identificación étnica apasionada restablece un firme sistema de valores y creencias en la confusa inseguridad de la sociedad mundial laica de hoy: el fundamentalismo étnico se apoya en un secreto, apenas disimulado, "¡Podéis!". La sociedad posmoderna y reflexiva actual, aparentemente hedonista y permisiva, es paradójicamente la que está cada vez más saturada de normas y reglas que supuestamente están orientadas a nuestro bienestar (restricciones a la hora de fumar y comer, normas contra el acoso sexual...), de modo que la referencia a una identificación étnica apasionada, en vez de contenernos, sirve de llamamiento liberador: "¡Podéis!". Podéis infringir las estrictas normas de la convivencia pacífica en una sociedad tolerante y liberal, podéis beber y comer lo que queráis, asumir costumbres patriarcales que la corrección política liberal prohíbe, incluso odiar, luchar, matar y violar... Sin reconocer plenamente este efecto pseudoliberador del nacionalismo actual, estamos condenados a no poder comprender su verdadera dinámica. He aquí cómo describe Aleksandar Tijanic, un destacado periodista serbio que, durante un breve periodo, llegó a ser ministro de información y medios públicos de Milosevic, "la extraña simbiosis entre Milosevic y los serbios":

"Milosevic resulta apropiadopara los serbios. Durante su gobierno, los serbios abolieron las horas de trabajo. Nadie hace nada. Permitió que florecieran el mercado negro y el contrabando. Se puede aparecer en la televisión estatal e insultar a Blair, Clinton, o cualquier otro de los 'dignatarios mundiales'. Además, Milosevic nos otorgó el derecho a llevar armas. Nos dio derecho a resolver todos nuestros problemas con armas. Nos dio también el derecho a conducir coches robados. Milosevic convirtió la vida diaria de los serbios en una gran fiesta y nos permitió sentirnos como estudiantes de bachillerato en un viaje de fin de curso; es decir, que nada, pero verdaderamente nada de lo que hacíamos se castigaba".

¿Dónde se concibió inicialmente este sueño de una orgía destructiva? Aquí nos aguarda una sorpresa desagradable: el sueño de la limpieza étnica lo formularon, hace muchos años, los poetas. En su Fenomenología del espíritu, Hegel menciona "el silencioso tejido del espíritu": la labor subterránea que va cambiando las coordinadas ideológicas, de forma invisible, en su mayoría, hasta que de pronto estalla y sorprende a todo el mundo. Es lo que ocurrió en Yugoslavia durante los años setenta y ochenta, de forma que, cuando las cosas estallaron a finales de los ochenta, ya era demasiado tarde, el viejo consenso ideológico estaba totalmente podrido y se desintegró por sí solo. En los años setenta y ochenta, Yugoslavia era como el personaje de dibujos animados que llega al borde de un precipicio y continúa andando por el aire; sólo se cae cuando mira hacia abajo y se da cuenta de que no tiene tierra firme bajo sus pies. Milosevic fue el primero que nos obligó a mirar hacia abajo, hacia el precipicio... Si la definición corriente de guerra es la de "una continuación de la política por otros medios", entonces podemos decir que el hecho de que Karadzic sea poeta no es una mera coincidencia gratuita: la limpieza étnica en Bosnia fue la continuación de una (especie de) poesía por otros medios.

Platón ha visto dañada su reputación porque dijo que había que expulsar a los poetas de la ciudad; un consejo bastante sensato, a juzgar por esta experiencia post-yugoslava en la que los peligrosos sueños de los poetas prepararon el camino para la limpieza étnica. Es verdad que Milosevic "manipuló" las pasiones nacionalistas, pero fueron los poetas los que le proporcionaron la materia que se prestaba a la manipulación. Ellos -los poetas sinceros, no los políticos corruptos- estuvieron en el origen de todo cuando, en los años setenta y primeros ochenta, empezaron a sembrar las semillas de un nacionalismo agresivo no sólo en Serbia, sino también en otras repúblicas yugoslavas. En vez del complejo industrial-militar, en la post-Yugoslavia nos encontramos con el complejo poético-militar, personificado en las dos figuras de Radovan Karadzic y Ratko Mladic.

Para evitar creer que el complejo poético-militar es una especialidad de los Balcanes, habría que mencionar por lo menos a Hassan Ngeze, el Karadzic de Ruanda, que, en su periódico Kangura, difundía de forma sistemática el odio contra los tutsis y hacía llamamientos al genocidio. Y es demasiado facilón despreciar a Karadzic y compañía y decir que son malos poetas: otras naciones ex yugoslavas (y la propia Serbia) tuvieron poetas y escritores reconocidos como "grandes" y "auténticos" que también se involucraron de lleno en proyectos nacionalistas. ¿Y qué decir del austriaco Peter Handke, un clásico de la literatura contemporánea europea, que asistió de forma muy sentida al funeral de Slobodan Milosevic?

El predominio de la violencia de justificación religiosa (o étnica) puede explicarse por el hecho de que vivimos en una era que se considera a sí misma post-ideológica. Como ya no es posible movilizar grandes causas públicas en defensa de la violencia de masas, es decir, la guerra, como nuestra ideología hegemónica nos invita a disfrutar de la vida y realizarnos, a la mayoría le resulta difícil superar su repugnancia a torturar y matar a otro ser humano. Las personas, en general, se atienen de forma espontánea a unos principios morales y matar a otra persona les resulta profundamente traumático. Por eso, para lograr que lo hagan, es necesario hacer referencia a una Causa superior que haga que las pequeñas preocupaciones por el hecho de matar parezcan una nimiedad. La religión y la pertenencia étnica desempeñan ese papel a la perfección. Por supuesto, hay casos de ateos patológicos que son capaces de cometer asesinatos de masas por placer, simplemente porque sí, pero son excepciones. La mayoría necesita que anestesien su sensibilidad elemental ante el sufrimiento de otros. Y para eso hace falta una causa sagrada.

Slavoj Zizek es filósofo esloveno y autor, entre otros libros, de Irak. La tetera prestada. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Juegos en Pekín

Ignacio Ramonet
Le Monde Diplomatique


Con el lema "Un mundo, un sueño", los Juegos Olímpicos de Pekín deberían ofrecer a los dirigentes chinos, del 8 al 24 de agosto, la ocasión de una rehabilitación internacional después de la condena mundial de la que fueron objeto tras la matanza de la plaza Tiananmen en 1989. Por eso el éxito de las Olimpiadas es tan primordial para ellos y, por eso, el primer ministro Wen Jiabao insiste en las consignas de "armonía" y de "estabilidad". Ello explica también la brutalidad de la represión contra la revuelta del Tíbet en marzo pasado. Así como el furor de las autoridades contra las manifestaciones que perturbaron, en algunos países, el paso de la antorcha olímpica. O la rapidez en enviar auxilio a los damnificados del terremoto de Sichuan del 12 de mayo. Nada debe perturbar la consagración mundial de China en este año olímpico.

Asimismo, estos Juegos celebran los treinta años del inicio de las reformas impulsadas en 1978 por Deng Xiaoping que han permitido el milagro económico y el excepcional renacimiento de China. Cierto es que sus triunfos impresionan. Su PIB duplica cada ocho años y, en 2008, debería rebasar el 11%. Con una población de 1.350 millones de habitantes -igual a la suma de la de las Américas (900 millones) más la de Europa (450 millones)-, este país es ya la tercera economía del planeta. Ha aventajado a Alemania, sobrepasará en 2015 a Japón y debería superar a Estados Unidos en 2050. Se ha convertido en el primer exportador mundial y en el principal consumidor del planeta.

Pero ese "milagro" presenta varios lados ocultos. En primer lugar, las graves violaciones en materia de derechos humanos que contradicen los valores del olimpismo. China, por ejemplo, lleva a cabo más de 7.000 ejecuciones capitales al año, o sea el 80% de todas las penas de muerte aplicadas en el mundo. Además, la estabildad de este coloso se ve amenazada por otros peligros: un previsible desplome bursátil, una inflación desmedida, un desastre ecológico y motines sociales que se están multiplicando.

El propio vicepresidente de la Asamblea popular, Cheng Siwei ha alertado: "Se está formando una burbuja especulativa. Los inversores deberían preocuparse por los riesgos" (1). Y Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, acaba de afirmar que los mercados bursátiles chinos están "sobrevalorados" y han alcanzado niveles "insostenibles". El índice de la Bolsa de Shanghai se ha multiplicado por cinco desde 2006, y su crecimiento desde principios de 2008 es del 106%. Cuando una Bolsa alcanza semejantes picos, su hundimiento pocas veces está lejos.

Por el momento, el número de ricos no cesa de aumentar. China ya posee unos 250.000 millonarios en dólares. Pero las políticas liberales del sistema también han aumentado las desigualdades entre ricos y pobres, entre ganadores y perdedores. Unos 700 millones de chinos -47% de la población- viven con menos de dos euros diarios, y, de ellos, unos 300 millones con menos de un euro diario.

Porque el "milagro" está basado en la represión y la explotación de una inmensa hueste de trabajadores (los que fabrican para el mundo entero toda clase de bienes de consumo baratos). A veces trabajan entre sesenta o setenta horas semanales por sueldos inferiores al salario mínimo. Más de 15.000 obreros mueren cada año en accidentes laborales. Los conflictos sociales están aumentando anualmente un 30%: huelgas salvajes, revueltas de pequeños campesinos, además de escándalos de los niños esclavos.

El actual contexto es propicio al descontento. Pues en China, como en muchos países, el incremento de los precios de los alimentos y de la energía (el 19 de junio pasado, el Gobierno aumentó el precio de los carburantes un 18%) se traduce en una subida de la inflación -que ya alcanzaba el 7,7% en mayo- y una consiguiente degradación del nivel de vida. Las autoridades temen la amenaza de una inflación desestabilizadora que podría provocar manifestaciones de masas semejantes a las que fueron aplastadas por el ejército en la plaza Tiananmen en junio de 1989.

A todo ello se añade el peligro de una catástrofe ecológica que cada día preocupa más a los ciudadanos. El propio ministro del Medio Ambiente, Pan Yue, ha admitido la enormidad del desastre: "Cinco de las ciudades más contaminadas del planeta se hallan en China; las lluvias ácidas caen sobre un tercio de nuestro territorio; la mitad de las aguas de nuestros siete principales ríos son inutilizables; un tercio de nuestra población respira un aire muy contaminado. En Pekín, entre el 70 y el 80% de los cánceres tienen por causa el medio ambiente degradado" (2).

Todos los descontentos de China van a querer aprovechar la gran cita de las Olimpiadas y la presencia de unos 30.000 periodistas extranjeros para expresar sus iras. Las autoridades se hallan en estado de máxima alerta. Sueñan con poder desactivar a tiempo el gigantesco barril de pólvora social a punto de estallar. Para que los Juegos de Pekín no le prendan fuego a toda China.


Notas:
(1) Financial Times , Londres, 30 de enero de 2007.
(2) Der Spiegel , Hamburgo, abril de 2005.

sábado, 2 de agosto de 2008

Ronda de Doha: ¿Economía de revolución?

La visión miope de los países ricos está llevando a la muerte a millones de personas

Leonardo Boff
Alai

En las negociaciones de la ronda de Doha sobre comercio internacional se ha notado algo cruel. Mientras los países ricos se negaban a disminuir los subsidios agrícolas y a modificar otros renglones de la agenda comercial para preservar su alto nivel de consumo, otros luchaban, desesperadamente, para garantizar la supervivencia de sus pueblos. La visión de los países opulentos es miope, pues ya está instalada la crisis alimentaria, posiblemente de larga duración, que puede afectarlos a ellos, pero mucho más a millones y millones de personas, que se enfrentan no a la pobreza sino directamente a la muerte. Ya han estallado revueltas de hambrientos en cuarenta países sin que la prensa empresarial, comprometida con el orden imperante, haya hecho referencia alguna. Los hambrientos siempre dan miedo.

La crisis alimentaria, asociada a los trastornos provenientes de los cambios climáticos, es de tal envergadura que nos está permitido hablar de la urgencia de una revolución. Ésta fue la palabra usada el día 2 de febrero de 2007 en París por el ex-presidente francés Jacques Chirac al oír los resultados alarmantes sobre el calentamiento planetario. Advertía que, ante la situación actual, debemos tomar la palabra revolución en su sentido más literal. Es urgente hacer cambios radicales en las formas de producción y de consumo si queremos salvarnos y preservar la vida en nuestro Planeta. Esta vez no podemos hacer economía de revolución. Hay que llevarla a cabo ya ahora.

Evidentemente no se trata de revolución en el sentido de utilizar la violencia, sino con el sentido que le dio nuestro historiador Caio Prado Junior:
«transformaciones capaces de estructurar la vida de todo un sistema social de manera que se corresponda con las necesidades más profundas y generales de sus poblaciones, algo que confiere un nuevo rumbo a las vidas humanas»

Pues eso es lo que se está imponiendo a nivel mundial. La Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la mayoría de los gobiernos han implantado un tipo de industrialización de la agricultura con la liberalización de los mercados que se rigen por la competición y por la especulación, que han acabado por afectar a la soberanía alimentaria de la mayoría de los países del mundo. Es una ilusión pensar que los que han producido la crisis, tienen la llave de su solución. Ellos proponen más de lo mismo: más producción, más fertilizantes, más productos genéticamente modificados, más mercado no para saciar el hambre sino para hacer más dinero. Ninguno piensa en colocar más dinero en las manos de los hambrientos para que puedan comprar comida y sobrevivir. Pueden morir de hambre delante de una mesa repleta a la cual no tienen acceso.

La solución se encuentra en las manos de aquellos que en el mundo entero garantizan gran parte del suministro alimentario: la agricultura familiar y las pequeñas cooperativas populares. La agricultura familiar en Brasil representa el 70% de los alimentos que llegan a la mesa. Es responsable del 67% del fríjol, del 89% de la mandioca, del 70% de los pollos, del 60% de los cerdos, del 56% de los lácteos, del 69% de la lechuga y del 75% de la cebolla. Estos pequeños agricultores, articulados entre sí y también a nivel internacional, deben formular las políticas de producción, privilegiar los mercados locales y regionales, y mantener bajo vigilancia los mercados mundiales, para inhibir la especulación e impedir la formación de oligopolios.

Este tipo de agricultura aprovecha los conocimientos ancestrales, sabe preservar los suelos y enriquecer su fertilidad con nutrientes naturales. Brasil, al lado del agronegocio, tiene que privilegiar la agricultura familiar, pues ella tiene condiciones para garantizar nuestra soberanía alimentaria y ser la mesa puesta para el hambre del mundo entero.

- Leonardo Boff es teólogo.

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Rebelión