martes, 26 de mayo de 2009

Lo último en teoría económica basura

Michael Hudson
Sin Permiso

Parece que las librerías andarán inundadas en el verano y el otoño próximos de textos encargados por los editores hace un año, cuando la economía estaba descarrilando. La estrategia de marketing preferida es la de ofrecer asesoramiento por parte de celebridades bien ubicadas en el núcleo del sistema sobre el modo de restaurar la feliz era 1981-2007, dominada por ganancias de precios resultantes de deuda apalancada en bienes raíces, acciones y títulos de obligaciones. Pero la Economía de la Burbuja estaba a tal punto apalancada en la deuda, que no es razonable esperar restauración ninguna.

Por ahora, se nos nutre con defensas, nacidas de Wall Street, del intento de Bush-Obama (es decir, de Paulson-Geithner) de rehinchar la burbuja con un obsequioso rescate que ha conseguido triplicar ya la deuda nacional estadounidense en la esperanza de lograr una remontada del crédito bancario (es decir, de aumentar la deuda). El problema es que el apalancamiento de la deuda es, precisamente, lo que causó el colapso económico. Se estima ahora que un tercio de los bienes raíces estadounidenses se halla en quiebra técnica, con una magnitud del volumen de ejecuciones hipotecarias todavía en aumento.

A la vista de esa estupefaciente tendencia financiera, al público consumidor de libros se le ofrecen unos aperitivos, conforme a los cuales la recuperación económica no precisaría sino de más “incentivos” (especialmente, recortes fiscales para los ricos) capaces de estimular un mayor “ahorro”, como si los ahorros fueran automáticamente capaces de financiar nuevas inversiones y nuevos préstamos de capital. No hay tal: lo que hay es dinero prestado, a fin de crear una mayor deuda para un 90% de la población endeudado con el 10% situado en la cúspide de la vida económica.

Tras cargarle le mochuelo a Alan Greenspan por su papel de “tonto útil” en la promoción de la desregulación y en el bloqueo de la investigación y persecución del fraude fiscal, el grueso de los autores se lanza ahora por los trillados caminos de las panaceas que gozan de mayor aplauso general: regulación federal de los derivados financieros (y aun proscripción de los mismos), una tasa Tobin para las transacciones de títulos de obligaciones, clausura de los centros bancarios radicados en oasis fiscales y erradicación de las estrategias fiscalmente evasoras de esos institutos bancarios. Nadie se avilanta a ir a la raíz del problema financiero, proponiendo remover la deductibilidad fiscal general de los intereses que han subsidiado el apalancamiento de la deuda, proponiendo gravar fiscalmente las ganancias de “capital” al mismo tipo marginal que los salarios y los beneficios, o proponiendo sellar las escandalosas brechas fiscales ahora abiertas a los sectores FIRE (finanzas, seguros y bienes raíces, por sus siglas en inglés).

Los editores derechistas reciclan las habituales panaceas –como ofrecer más incentivos fiscales a los “ahorradores (otro eufemismo para los regalos obsequiosos a las altas finanzas) y un presupuesto federal reequilibrado— para evitar el “efecto de expulsión” de las finanzas privadas [por parte del sector público]. El sueño de Wall Street es privatizar la seguridad social para empezar a crear otra burbuja. Afortunadamente, esas propuestas fracasaron ya durante la administración Bush controlada por los republicanos como consecuencia del choque de realidad experimentado en forma de cólera del contribuyente tras el estallido de la burbuja punto.com en 2000.

Nadie llama a financiar la Seguridad Social y Medicare a partir del presupuesto general, en vez de seguir manteniéndolas con recursos obtenidos a partir de unos impuestos particularmente regresivos sobre trabajadores y empresarios, a quienes el Congreso expolia a fin de financiar recortes fiscales para los segmentos más ricos de la población. Y sin embargo, ¿cómo pueden los EEUU lograr competitividad industrial en los mercados globales con estos impuestos pre-ahorro para la jubilación y con seguros privatizados de asistencia sanitaria, con costes inmobiliarios apalancados en la deuda y con los conexos gastos que acarrean las deudas personales y empresariales? El resto del mundo suministra a mucho menor coste vivienda, atención sanitaria y otros bienes complementarios del ingreso de los trabajadores (o, simplemente, mantiene al trabajo por encima de los niveles de susbsistencia). Es éste un problema de gran importancia, que se atraviesa en el camino de los sueños de restauración de la Economía de Burbuja. Pues esos sueños dejan de lado la dimensión internacional.

Y, ni que decir tiene, hay los tradicionales llamamientos a reconstruir las devastadas infraestructuras norteamericanas. Sólo que, ¡cáspita!, Wall Street planea hacer eso al estilo de Tony Blair, con cooperaciones público-privadas que inyectarían enormes flujos de servicio de intereses en la estructura de precios, al tiempo que proporcionarían a Wall Street crecidos honorarios en materia de gestión y de suscripción de seguros. Las caídas del empleo y del precio de la vivienda han disminuido a tal punto a las finanzas públicas, que la inversión en infraestructuras nuevas habrá de cobrar inevitablemente la forma de cabinas privatizados de peaje apostadas en los puntos de acceso más importantes a la economía, como son carreteras y otras vías de transporte público, la comunicación o el agua limpia.

No hay llamamientos a la restauración de los impuestos estatales y municipales a los niveles de la Era Progresista, cuando la presión fiscal estaba diseñada para que tributaran sobre todo las ganancias de “barra libre” procedentes de las rentas inmobiliarias, llegando esas ganancias a constituirse, con el tiempo, en la base fiscal principal. Restaurar eso ahora significaría presionar a la baja los precios de los terrenos (y por ende, de la deuda hipotecaria), previniendo que los acrecidos valores de emplazamiento sean capitalizados y fluyan a los bancos en forma de servicio de intereses. Y ofrecería la ventaja adicional de aligerar las cargas fiscales soportadas por los ingresos y las ventas (un tipo de política que incrementa el precio del trabajo, de los bienes y de los servicios). En cambio, el grueso de las reformas que se proponen hoy lo que hacen es llamar a ulteriores recortes de los impuestos a la propiedad inmobiliaria, a fin de promover más “creación de riqueza” en forma de una inflación de los precios de esa propiedad estimulada por la deuda apalancada. La idea es dejar una mayor proporción de ingreso rentista para su capitalización en hipotecas aún más voluminosas, los intereses de las cuales irán a parar al sector financiero. En vez de caer el precio de la vivienda y de reducirse los impuestos al ingreso y a las ventas, lo que ocurrirá es que el crecido valor de emplazamiento de la propiedad inmobiliaria irá a parar a los bancos en forma de servicio de intereses, no a las autoridades fiscales locales. Lo que forzará a estas últimas a seguir desplazando la carga fiscal hacia consumidores y empresas.

No faltan en esta plétora de libros expuestos en vitrina los habituales llamamientos pro forma a reindustrializar Norteamérica. Pero ninguno apunta a la dinámica financiera deudora que ha socavado el capitalismo industrial, en este país y por doquiera. Con la perspectiva de una década, ¿cómo se verán retrospectivamente estas tímidas “reformas”? Lo que pretenden los rescates Bush-Obama es que los bancos “demasiado grandes para caer” se enfrentan únicamente a un problema de liquidez, no a un problema de mala deuda en el marco de una vida económica de morosidad creciente. La razón de que no puedan volver a hincharse burbujas como las del pasado es que se ha llegado al límite de la deuda. Y no sólo a escala nacional: a escala internacional se ha llegado también al límite político de la hegemonía del dólar.

¿Qué omiten todos estos libros? Todo aquello sobre lo que realmente versa la teoría económica: los costos de la deuda; el fraude y el delito financieros (uno de los sectores más rentables de la vida económica); el gasto militar (clave para entender el déficit de la balanza de pagos estadounidense y, por lo mismo, para entender la formación de las reservas de dólares por parte de los bancos centrales en todo el mundo); la proliferación de ingresos no ganados, rentistas, y de los cabildeos políticos con información privilegiada. Porque son ésos, y no otros, los fenómenos que están en el núcleo de lo que está pasando: sin embargo, los apologetas del “libre mercado” y sus corifeos los han relegado a los sótanos “institucionalistas” del curriculum económico académico.

Por ejemplo, los periodistas no dejan de repetir como loritos el mensaje de Washington, según el cual los asiáticos “ahorran” demasiado, lo que sería la causa de que prestaran dinero a los EEUU. Pero los “asiáticos” que ahorran esos dólares son los bancos centrales. Los individuos y las empresas ahorran en yuanes y en yenes, no en dólares. Y no son esos ahorros nacionales los que China y Japón han colocado en los bonos del Tesoro norteamericano por valor de 3 billones de dólares. Es el gasto norteamericano, es decir: los billones de dólares que el déficit de su balanza de pagos está bombeando al mundo, el dinero que excede a la demanda exterior de las exportaciones estadounidenses y a las compras de empresas, acciones y bienes raíces norteamericanos. Este déficit de la balanza de pagos no es el resultado de que los consumidores norteamericanos apuren hasta el límite sus tarjetas de crédito. Lo que se pasa por alto es el gasto militar, que está en la base del déficit de la balanza de pagos norteamericana desde los tiempos de la Guerra de Corea. Es una tendencia que no puede seguir por mucho tiempo, ahora que los países extranjeros están comenzando a reaccionar.

En la medida en que el Banco Central chino es el mayor tenedor de bonos públicos estadounidenses y de otros títulos denominados en dólares, se ha convertido en el principal financiador del déficit de la balanza de pagos norteamericana (así como del déficit presupuestario del gobierno federal). La mitad del gasto discrecional a cuenta del presupuesto federal es de naturaleza militar. Eso sitúa a China en la desairada e incómoda posición de ser la principal fuente de financiación del aventurerismo militar estadounidense, incluidos los intentos de los últimos quince años por cercar militarmente a China y a Rusia, a fin de bloquear su desarrollo como rivales. No es eso lo que se proponía China, pero es el efecto de la hegemonía global del dólar.

Otra tendencia que no puede seguir es “milagro del interés compuesto”. Se llama “milagro” porque parece demasiado bueno como para ser verdad, y así es: no puede durar mucho tiempo. El endeudamiento muy apalancado termina siempre mal, pues incrementa los cargos por intereses más rápidamente de lo que la economía está en condiciones de pagarlos. Fundar la política nacional en el sueño ilusorio de servir intereses por la vía de tomar prestado dinero a cuenta de unos precios de activos más y más hinchados se ha convertido en una pesadilla para los compradores de vivienda y para los consumidores, así como para las empresas que se convirtieron en objetivo de los saqueadores financieros que se sirven de deuda apalancada para hacerse con activos. Y es esta política la que ahora se aplica a unas infraestructuras públicas en manos de propietarios absentistas que cargarán intereses sobre los nuevos precios de los servicios suministrados por ellos y a los que se permitirá dar a esos cargos de intereses un trato fiscal de gastos tributariamente deducibles. Los lobistas de la banca han conformado el sistema fiscal de modo tal, que deriva la nueva inversión absentista hacia la deuda, antes que hacia la financiación con capital.

Los animadores de la fiesta que aplaudieron la economía de la burbuja como “creación de riqueza” –por usar una de las locuciones favoritas de Alan Greenspan— querrían ahora hacernos creer a nosotros, su audiencia, que ya sabían que había un problema, sólo que, sencillamente, no pudieron frenar la “exuberancia irracional” y los “espíritus animales” de la economía. La idea es culpar a las víctimas: a los propietarios de vivienda, obligados e endeudarse para tener acceso a ella; a los ahorradores de los fondos de pensiones, obligados a confiar lo que lograron apartar de su salario a gestores financieros que operaban para las grandes firmas de Wall Street; y a los empresarios que buscaban defenderse de los saqueadores financieros de empresas, lo que les forzaba a tragar “amargas píldoras” en forma de deudas lo suficientemente crecidas como para bloquear una toma de control ajena. En vano se buscará un reconocimiento honrado del carácter mafioso progresivamente asumido por el sector financiero, harto más cercano a los cleptócratas postsoviéticos que gozaban de información privilegiada, que a innovadores schumpetarianos.

Los tomos posburbuja parten del supuesto de que, en lo que hace a los grandes problemas, hemos llegado al “fin de la historia”. Lo que les falta es una crítica de la imagen global: del punto hasta el que Wall Street ha llegado en la financiarización del dominio público para inaugurar una economía neofeudal de peajes, lo que ha llevado al extremo de una privatización del propio gobierno encabezada por el Tesoro y la Reserva Federal. Lo que se deja sin mención es la historia de cómo el capitalismo industrial ha sucumbido a un capitalismo financiero insaciable e insostenible, cuyo más reciente “estadio final” parece ser un capitalismo de juego de casino de suma cero, fundado en derivados financieros de cobertura [swaps] y en innovaciones especulativas de fondos hedge manejados entre amiguetes.

Lo que se ha perdido son las dos grandes reformas de la Era Progresista. La primera: la minimización de la barra libre a disposición de los ingresos rentistas no ganados (p.e., el privilegio monopólico y la privatización del dominio público, que son muy otra cosa que el propio trabajo y la propia empresa) por la vía de someter a cargas tributarias a la renta procedente de la propiedad absentista y a las ganancias (de “capital”) dimanantes de los precios de los activos. El objetivo de la justicia económica progresista era prevenir la explotación (lograda, por ejemplo, por la vía de cargar más de lo tecnológicamente necesario en los costes de producción y en los beneficios razonablemente exigibles). Ese objetivo tuvo un producto lateral fortuito, que hizo que la Era Progresista diera la impresión de que iba a conquistar el mundo de una manera evolutiva darwiniana: pues la minimización de la barra libre rentista de los ingresos no ganados permitió a países como los EEUU competir con éxito y avanzar por encima de otros países que no pusieron por obra políticas fiscales y financieras progresistas.

Un segundo objetivo de la Era Progresista fue el de obligar al sector financiero a financiar la formación de capital. El crédito industrial se logró de manera óptima en Alemania y en la Europa central en las décadas anteriores a la I Guerra Mundial. Pero la victoria aliada trajo consigo el dominio de las prácticas bancarias angloamericanas, basadas en el préstamo respaldado por la propiedad o por flujos de ingresos ya existentes. La actual banca de crédito ha llegado a desacoplarse de la formación de capital, adoptando sobre todo la forma del crédito hipotecario (80 por ciento) y de préstamos garantizados por las acciones empresariales (para fusiones, adquisiciones y saqueos y tomas de control de otras empresas, así como con vistas a la especulación). El efecto de lo cual es la estimulación de la inflación de los precios de los activos en relación con el crédito de manera tal, que beneficia a unos pocos a expensas del conjunto de la economía.

El problema que representa la inflación de los precios de los activos fundada en la deuda apalancada puede verse del modo más claro en el llamado “síndrome báltico” postsoviético, al que ahora está sucumbiendo la economía británica. Las deudas se contraen en moneda extranjera –hipotecas inmobiliarias en los países bálticos; fondos fiscalmente evadidos y fugas de capital en la Gran Bretaña—, sin la menor perspectiva, hasta donde puede alcanzarse, de que las exportaciones puedan llegar a cubrir los carrying charges (1). El resultado de lo cual es una trampa de liquidez: una austeridad crónica abatida sobre el mercado interno, que es causa de bajos niveles de inversión de capital y de bajos niveles de vida, sin esperanza de recuperación.

Esos problemas ilustran la medida en la que la economía mundial, en su conjunto, ha venido siguiendo un rumbo errado desde la I Guerra Mundial. Esta larga trayectoria desviada se vio facilitada por el fracaso del socialismo en punto a proporcionar una alternativa viable. Aun cuando el socialismo burocrático estalinista de Rusia consiguió librarse de la barra libre posfeudal de la renta de la tierra, de la renta monopólica y de las ganancias rentistas dimanantes de los intereses, de las finanzas y de los precios de las propiedades, lo cierto es que los gastos y costos generados por su burocracia terminaron lastrando de manera insoportable a su economía. Rusia cayó. La cuestión es si la rama angloamericana del capitalismo financiero seguirá el mismo camino como consecuencia de sus propias contradicciones internas.

Las debilidades de la economía norteamericana son tan difíciles de subsanar porque arraigan en el núcleo mismo de las economías posfeudales occidentales. Sobre eso versaba la tragedia griega: una debilidad trágica que condena al héroe. La principal debilidad arraigada en nuestra economía es que una deuda creciente, más allá de toda posibilidad de ser satisfecha, es parte de un problema de mayor alcance: la barra libre financiera de la que la propiedad inmobiliaria y los tenedores de títulos financieros extraen rentas que rebasan por mucho los costes correspondientes medidos en esfuerzo laboral o en una carga fiscal equitativamente compartida (la teoría clásica de la renta económica). Lo mismo que la incautación de tierras o que los cabildeos privatizadores con información privilegiada, esa riqueza puede transmitirse hereditariamente, puede robarse o puede obtenerse por la vía de la corrupción política. La riqueza y las rentas extraídas por la vía del actual capitalismo financiero eluden la tributación fiscal, con lo que reciben, encima, un subsidio fiscal que no reciben, en cambio, ni la inversión industrial tangible ni el beneficio derivado de la actividad empresarial operativa. Sin embargo, los académicos y los medios de comunicación populares tratan esos flujos centrales como “exógenos”, es decir, como si acontecieran fuera del ámbito del análisis económico propiamente dicho.

Desgraciadamente para nosotros –y para los reformadores que traten de acudir en rescate de nuestra economía posburbuja—, la historia del pensamiento económico ha sido reescrita hasta convertirla en una pueril caricatura, a fin de dar la impresión de que la actual teoría económica basura, demediada y grotescamente trivializada, es algo así como la culminación de la historia social de Occidente. Si sólo se atendiera a los debates presentes, nadie llegaría a percatarse de que en las dos últimas centurias ha prevalecido una pauta de razonamiento harto distinta. Los economistas clásicos distinguieron entre ingresos ganados (salarios y beneficios) e ingreso no ganado (renta de la tierra, renta monopólica e interés). Resultado de lo cual era la nítida distinción entre riqueza ganada a través del capital y la empresa, que refleja el esfuerzo del trabajo, y la riqueza no ganada, que viene de la apropiación de tierras o de otros recursos naturales, de privilegios monopólicos (incluidas la banca y la gestión del dinero) y de unas ganancias de “capital” fundadas en la inflación de los precios de los activos. Mas ni siquiera la Era Progresista fue demasiado lejos en punto a purgar al capitalismo industrial de las reminiscencias feudales: de la renta de la tierra y de la renta monopólica, procedentes de las conquistas militares, y de la explotación financiera ejercida por los bancos y (en Norteamérica) por Wall Street en calidad de “madre de los monopolios”.

Lo que hace distinta de las anteriores a la actual burbuja económica es que, esta vez, no ha sido generada por los gobiernos como una estratagema para organizar su deuda pública creando o privatizando monopolios y vendiéndolos pagaderos en bonos públicos. No; esta vez, los EEUU y otras naciones se endeudan más profundamente, simplemente, para poder subvenir a las pérdidas que los banqueros registraron con sus malos préstamos. En vez de que las finanzas se subordinen y se aproen a la promoción del crecimiento económico y de una economía viable con una estructura de costes más bajos, lo que se hace es, al revés, sacrificar toda la economía para compensar al sector financiero. En tales condiciones, el “ahorro” no es solución alguna para el presente encogimiento de la economía; es más bien parte del problema. A diferencia del acopio de recursos personales cautelosamente escondidos en casa de los días de Keynes, el problema ahora es el poder extractivo del sector financiero en su calidad de acreedor, lo que impide borrar la pizarra sacando de ella las partidas de mala deuda de la forma históricamente normal, es decir, mediante una oleada de quiebras.

Lo que pasa ahora mismo es que el sector financiero está sirviéndose de su opulencia (a costa del contribuyente) para ganar un poder político que le permite desviar aún más infraestructura pública de los estados federados y de los gobiernos municipales, y del dominio público federal a escala nacional. Y lo hace al estilo de Thatcher y Blair: vendiendo lo público a absentistas que lo compran a crédito para sacar buenos rendimientos de la deuda pública (mientras se recortan todavía más los impuestos a la riqueza). Nadie se acuerda ya del llamamiento de Keynes a practicar la “eutanasia del rentista”. Hemos entrado en la era rentista más opresiva desde los tiempos del feudalismo europeo. En vez de suministrar los servicios básicos de infraestructura a precio de coste, o aun subsidiado, para rebajar la estructura de costos nacional y hacer así a nuestra economía más barata –y más competitiva internacionalmente—, lo que se ha hecho es convertirla en una colección de cabinas de peaje. No puede, pues, sorprender demasiado que la episódica ola de libros postburbuja que nos invade este año se olvide de poner en ese contexto de largo plazo la financiarización de los EEUU y de la economía global.

NOTA T.: (1) Son los intereses cargados por el corredor en cuenta de margen, y representan el costo de almacenar un bien tangible físico, que consiste en interés sobre los fondos invertidos, seguro, derechos por almacenaje y otros costos incidentales. Estos costos están usualmente reflejados en la diferencia entre los precios de futuros para diferentes meses de entrega. Cuando los precios de futuro por vencimientos postergados de contrato son más altos que para los vencimientos cercanos, es un mercado de intereses cargados por el corredor. Un mercado total de intereses cargados por el corredor reembolsa al dueño del bien tangible físico por su almacenamiento hasta la fecha de entrega.

Michael Hudson es ex economista de Wall Street especializado en balanza de pagos y bienes inmobiliarios en el Chase Manhattan Bank (ahora JPMorgan Chase & Co.), Arthur Anderson y después en el Hudson Institute. En 1990 colaboró en el establecimiento del primer fondo soberano de deuda del mundo para Scudder Stevens & Clark. El Dr. Hudson fue asesor económico en jefe de Dennis Kucinich en la reciente campaña primaria presidencial demócrata y ha asesorado a los gobiernos de los EEUU, Canadá, México y Letonia, así como al Instituto de Naciones Unidas para la Formación y la Investigación. Distinguido profesor investigador en la Universidad de Missouri de la ciudad de Kansas, es autor de numerosos libros, entre ellos Super Imperialism: The Economic Strategy of American Empire.

Traducción para www.sinpermiso.info: Ricardo Timón

http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=2594

viernes, 22 de mayo de 2009

¡Del G20 al G192: a la ONU! - El DOD de d'Escoto: Por fin una respuesta a la altura de la crisis?

Josep Xercavins i Valls
ALAI AMLATINA

Del 1 al 3 de Junio próximos tendrá lugar en la sede central de la ONU en Nueva York la "Conferencia sobre la crisis financiera y económica mundial y sus impactos sobre el desarrollo".

Le ha costado mucho al Padre Miguel d'Escoto -actual presidente de la Asamblea General de la ONU- llegar a esta convocatoria pero, finalmente, lo ha conseguido y se celebrará al más alto nivel, es decir, al de los jefes de estado o de gobierno. Esta vez sí, el G192 -la ONU- y no solo el G20, debatirá y emitirá una resolución sobre la gran crisis que vivimos.

En la página web de la Conferencia puede comprobarse el notable nivel de preparación de la misma, con informes de la OIT, la UNCTAD, (también del FMI y el BM), y con propuestas del Grupo de Expertos -presidido por Stiglitz- nombrado a tal efecto por el propio Padre d'Escoto, o del DESA -el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU.

Analizar estos documentos preparatorios, comparándolos con el Comunicado Final de la última cumbre del G20, constituye un ejercicio altamente ilustrativo de los debates y las opciones más importantes que se dirimen actualmente en el mundo político internacional, y que se confrontarán en esta próxima Conferencia.

El G20 se ha comprometido a una nueva inyección de dinero de "1,10 billones de dólares de apoyo para restaurar el crédito, el crecimiento y el empleo en la economía mundial".

Hacia el final el comunicado afirma: "las acciones y decisiones que hemos acordado hoy proporcionaran un fondo de 0,05 billones de dólares destinado a salvaguardar el desarrollo en los países con pocos recursos". ¡Caramba! Sería cumplir, sin precisarlo aún, uno de los compromisos de Gleneagles del G8, especialmente en relación al Africa Subsahariana. En cambio, con la nueva inyección aprobada, se estiman ya en más de 11,00 billones de dólares los que se han movilizado en y "para" los países ricos a raíz de la actual crisis. Pero además todos los informes citados (incluidos los del FMI y del BM), preparatorios de la nueva Conferencia de la ONU, llevan al DESA a cifrar, en la actual coyuntura, en 1,00 billones de dólares la cantidad necesaria para un plan financiero compensatorio que permita a los países en desarrollo aplicar sus propias políticas contracíclicas (inversiones públicas, expansión fiscal) y no tener que recortar sus gastos públicos.

Digámoslo claro: ¡diferencias abismales!

Por lo que se refiere a los aspectos institucionales las diferencias no son menores. El G20 ha aprovechado para volver a dar un papel predominante a un FMI que, hace poco tiempo, todos daban por muerto (ya "nadie" les pedía ni debía dinero "condicionado neoliberalmente"). Desde la ONU ello nunca se ve con agrado. La gobernanza del FMI (con un derecho de veto práctico de EUA y una totalmente insuficiente representación del mundo en desarrollo en la toma de decisiones) no le da la más mínima legitimidad democrática.

Y, justamente, su papel de ejecutor principal de las políticas neoliberales en el mundo no le dan, además, ningún tipo de legitimidad histórica ni profesional/conceptual. En la ONU se luchará otra vez por fortalecer el ECOSOC, transformándolo en un verdadero Consejo de "Seguridad" Económico con poder efectivo, justamente, sobre unas IBW que deben refundarse profundamente para, entre otras cosas, regular los mercados y no hacerlos, en cambio, los irresponsables dueños del mundo.

El análisis y las propuestas de las políticas a largo plazo también están en discusión. Habiéndose constatado que solo un estado cuya moneda juega el papel de moneda internacional ha podido hacer las barbaridades financieras que ha hecho EUA, entonces, y de la misma manera que ya propuso China antes de la reunión del G20, la creación de una moneda de referencia internacional, independiente de cualquier estado, se pondrá encima de la mesa como primer paso para redefinir realmente las bases de los imprescindibles nuevos sistemas monetario, financiero y comercial mundial.

El DOD (Draft Outcome Document del PGA): ¡Por fin una respuesta a la altura de la crisis!

A pocos días de la "Conferencia de Naciones Unidas sobre la crisis financiera y económica mundial y sus impactos sobre el desarrollo", el Padre Miguel d'Escoto ha enviado a los estados miembros un "borrador de propuesta de documento de resultados, DOD, draft outcome document" para empezar la negociación que culminará en Nueva York durante los días 1 al 3 de junio de la conferencia. Una terminología y unos procedimientos habituales en la organización, con unos plazos de tiempo bastante más cortos de lo normal (exigidos por la gravedad de la situación) y con una notabilísima característica: estamos seguramente ante uno de los documentos más visionarios y más a la altura de la gran importancia de la crisis en la que estamos inmersos, "que se haya podido leer" hasta el momento.

Después de un análisis que es capaz de enmarcar la actual crisis financiera y económica en el contexto de los grandes desafíos civilizatorios actuales y no como una realidad más o menos coyuntural en el tiempo, el documento plantea un plan de acción del que para ilustrar su interés e importancia destacaré, en estas breves líneas, dos de las grandes acciones propuestas.

Con una visión equitativa futura de mundo, y por supuesto no sólo del mundo más rico, se propone un PLAN DE IMPUESTOS GLOBALES sobre unas bases impositivas relacionadas con dos conceptualizaciones: a) la de la gestión de los bienes públicos globales (los océanos, el espacio, el ciberespacio, ...), cuyo uso "privado" puede ser perfectamente tasado para el bien de todos, porque en definitiva son propiedad pública de toda la humanidad; b) la internalización de externalidades globales negativas (emisiones de CO2, transacciones financieras meramente especulativas, ...), que, precisamente por sus efectos negativos para todos, deben ser gravadas para, en la medida de lo posible, inhibir su incremento y conseguir su decrecimiento hasta niveles "tolerables" para el bien público, utilizando la recaudación obtenida para compensar y/o reparar los daños producidos.

Solo un plan de este tipo puede movilizar el rescate real y permanente en el tiempo de un modelo financiero y económico que ha hecho agua, sistémicamente, por todos los sitios y que, en estos momentos y sin apreciarse mejoras, ya ha casi agotado las reservas públicas (de todos) de los países más ricos del mundo.

Y en segundo lugar destacaré un conjunto de diversas medidas relativas a reformar las organizaciones internacionales - históricamente reclamadas durante años por la sociedad civil organizada internacionalmente -; entre las cuales: a) el empoderamiento real y efectivo del ECOSOC para cumplir su misión de supervisor y coordinador de las agencias de Naciones Unidas y, en especial, de las IBW. Un "lapsus" en este punto -que esperamos pueda subsanarse en la negociación ahora abierta- es la necesidad de revisar, inmediatamente, las relaciones, "mal concebidas" en los años 50, entre la ONU y las IBW, que han permitido a estas últimas actuar al antojo del G8. b) a la reforma profunda del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, de las IBW, se añade también la de los poco conocidos y tan o más importantes en estos momentos de globalización financiera: Banco Internacional de Pagos (una especie de banco central de los bancos centrales de los países más ricos del mundo) y sus diversos y "desconocidos" comités, entre otras cosas, ¡gestores de la mayoría de movimientos financieros especulativos en el mundo!

La base de todas estas últimas reformas debe ser la democracia. Citando textualmente el documento enviado por el Padre d'Escoto: de la misma manera que "sin representación no puede haber tasación" ello debe ser aplicado también a la definición de las reglas del juego financiero y económico global.

- Josep Xercavins i Valls; Professor Universitat Politècnica de Catalunya; ex-coordinador Fòrum Ubuntu.

Enlace a texto en Rebelión

lunes, 18 de mayo de 2009

¿Son fiables las cifras chinas? Beijing sale a acallar las críticas

Andrew Batson
The Wall Street Journal

China está tratando de mejorar su criticado sistema de recopilación de estadísticas en los precisos momentos en que la crisis económica pone de relieve los defectos de la información que provee la tercera economía del mundo.

Una red de personas como Feng Lijun, funcionaria de 49 años adepta a los vestidos negros y las gafas oscuras, trabaja para forjar una mejor base para recabar datos. Lijun supervisa un equipo del censo económico de China, un masivo sondeo que es la pieza central de la campaña del gobierno para modernizar un rudimentario sistema contable heredado de la economía dirigida.

Las preocupaciones acerca de la confiabilidad de las cifras oficiales se acentuaron en los últimos meses, luego de que el gobierno manifestara que se cumplirá la meta de crecer 8% este año, evidencia de su deseo de pintar un cuadro de progreso económico a pesar de la crisis global.

Algunos economistas dicen que la desaceleración de la economía china ha sido mayor de lo que indican las cifras oficiales. El Producto Interno Bruto del cuarto trimestre creció 6,8% respecto al mismo período del año anterior, si bien indicadores de la construcción, ventas de autos, recaudación de impuestos y producción de electricidad mostraron declives.

El debate evoca una situación similar durante la crisis de 1998. La Oficina de Estadísticas declaró que el PIB de ese año subió 7,8%, una cifra que la mayoría de economistas independientes dicen que era inconsistente con otros indicadores de debilidad.

Estos episodios comprometen la credibilidad de las estadísticas del gobierno chino e ilustran cómo la importancia política de las cifras económicas genera incentivos para distorsionarlas.

El gobierno de China defiende la precisión de su trabajo. "Es normal que la gente tenga dudas. Muchas personas también tienen dudas sobre las estadísticas de Estados Unidos", dice Li Qiang, jefe de la Oficina Nacional de Estadísticas. "Pero como alguien que realiza tareas estadísticas, puedo afirmar que nadie interfiere con mi trabajo".

Para el censo, Feng es la encargada de obtener y revisar declaraciones financieras detalladas de cada operación comercial en su zona del noroeste de Beijing, con 200.000 personas. Empezó con listas de empresas obtenidas de la oficina de impuestos y de servicios públicos, pero sus peritos tuvieron que salir a la calle para contabilizar muchas pequeñas empresas. "A algunas compañías las tenemos que llamar de 10 a 20 veces y aparecer en su puerta cada día. Si seguimos llamando hasta que notan la presión", dijo en una entrevista.

El censo chino tiene por objetivo obtener declaraciones financieras completas de unos ocho millones de negocios y organizaciones, así como 40 millones de entidades empresariales de una sola persona.

La labor de los estadísticos de China ha progresado mucho en la última década, pero detectar tendencias en un país de 1.300 millones de habitantes es un reto mayúsculo. El censo se desarrolla una vez cada cinco años y los sondeos más frecuentes pueden pasar por alto segmentos de la cada vez más compleja economía china.

La burocracia sigue estando más capacitada para contabilizar la producción de las empresas estatales que para determinar lo que están haciendo las empresas privadas.

Durante la crisis actual, la oficina del censo ha publicado datos sobre precios de los alimentos más a menudo y ha prometido revelar cifras más detalladas de producción, empleos y salarios. También se han impuesto nuevas penalizaciones por falsificar reportes estadísticos. Pero la prueba de fuego será si las autoridades permiten que los datos muestren fluctuaciones en la economía que pueden resultar políticamente incómodas. Hay señales de una mayor transparencia: cuando las fábricas empezaron a cerrar el año pasado, la oficina de estadísticas pronto divulgó la pérdida de 20 millones de empleos.

Enlace a artículo en Rebelion

viernes, 15 de mayo de 2009

La primavera de los zombies

Joseph Stiglitz
Sin Permiso

A despecho de algunos brotes primaverales exagerados y celebrados con un insensato optimismo digno de mejor causa, deberíamos prepararnos para otro invierno sombrío. Llegó la hora del Plan B para reestructurar la banca. Y de otra dosis de medicinas keynesianas. A medida que va entrando la primavera en los EEUU, los optimistas ya ven “brotes verdes” de recuperación de la crisis financiera y de la recesión.

El mundo es muy distinto de lo que era la primavera pasada, cuando la administración Bush, una vez más, decía ver “la luz al final del túnel”. Las metáforas y las administraciones han cambiado. No, por lo visto, el optimismo.

La buena noticia es que podríamos estar al final de una caída en picado. La tasa de declive se ha desacelerado. El fondo puede que esté cerca; tal vez se toque a fines de año. Pero eso no significa que la economía global se halle en situación de recuperarse de manera robusta en un tiempo cercano. Tocar fondo no es razón para abandonar las drásticas medidas tomadas para revivir la economía global.

Este desplome es complejo: una crisis económica combinada con una crisis financiera. Antes de que se produjera, los endeudados consumidores norteamericanos eran el motor del crecimiento global. Ese modelo ha quebrado, y no se hallará substituto de un día para otro. Porque, aun si los bancos norteamericanos gozaran de buena salud, lo cierto es que la riqueza de los hogares ha sufrido daños devastadores, y los norteamericanos se hipotecaban y consumían suponiendo que los precios de sus casas seguirían subiendo eternamente.

El colapso del crédito empeoró las cosas; y las empresas, enfrentadas a unos costes crediticios al alza y a unos mercados a la baja, respondieron al punto recortando inventarios. Los pedidos cayeron abruptamente –proporcionalmente, mucho más de lo que cayó el PIB—, y los países que dependían de bienes de inversión y duraderos –desembolsos postergables— recibieron un correctivo particularmente duro.

Es probable que asistamos a una recuperación en algunas de las áreas que tocaron fondo entre fines de 2008 y comienzos de este año. Pero hay que percatarse de lo que ocurre en los fundamentos de la economía: en EEUU, los precios de los bienes raíces siguen cayendo, millones de hogares están con el agua al cuello, con unas hipotecas que valen más que el precio de mercado de la vivienda y un desempleo al alza, con centenares de miles acercándose al final de las 39 semanas de cobertura del paro. Los estados se ven forzados a despedir trabajadores, a medida que se desploman sus ingresos fiscales.

El sistema bancario acaba de ser sometido a un test para averiguar su grado de capitalización –un test de “stress” nada “estresante”—, y algunos no pudieron pasar la prueba. Pero, en vez de dar por bienvenida la ocasión de recapitalizarse (tal vez con ayuda pública), los bancos parecen preferir una respuesta a la japonesa: saldremos, mal que bien, del paso.

Los bancos “zombis” –muertos, pero todavía circulando entre los vivos— están, conforme a las inmortales palabras de Ed Kane, “apostando a la resurrección”. Repitiendo la debacle de Savings&Loan en los 80, los bancos recurren a la contabilidad tramposa (se les permitió, por ejemplo, mantener en sus libros activos problemáticos sin obligarles a la depreciación, en la ficción de que esos activos podrían llegar a madurar y, de uno u otro modo, sanearse). Peor aún: se les permite tomar préstamos baratos de la Reserva federal estadounidenses, respaldados por un colateral ínfimo, para, simultáneamente, adoptar posiciones de riesgo.

Algunos bancos declararon ingresos en el primer trimestre de este año, la mayoría dimanantes de la prestidigitación contable y de los beneficios comerciales (léase: especulación). Pero eso no hará que la economía vuelva a funcionar rápidamente. Y, si las apuestas salen mal, el coste para el contribuyente norteamericano será todavía mayor.

El gobierno estadounidense también está apostando a salir, mal que bien, del paso: las medidas de la Fed y las garantías del gobierno entrañan el acceso de los bancos a fondos baratos y unos tipos de interés altos para los créditos. Si no pasa nada desagradable –pérdidas con las hipotecas, con los bienes raíces comerciales, con los préstamos a las empresas y con las tarjetas de crédito—, los bancos podrían llegar a ser capaces de levantar cabeza sin verse sumidos en otra crisis. En unos cuantos años, los bancos estarían recapitalizados, y la economía regresaría a una senda de normalidad. Este es el escenario de color de rosa.

Pero las distintas experiencias hechas en todo el mundo sugieren que ésta es una perspectiva erizada de riesgos. Aún con unos bancos saneados, el proceso de desapalancamiento y la consiguiente pérdida de riqueza significan que, muy probablemente, la economía será débil. Y una economía débil significa, muy probablemente, más pérdidas bancarias.

Los problemas no se limitan a los EEUU. Otros países, como España, tienen sus propias crisis inmobiliarias. La Europa oriental tiene sus problemas, que repercutirán probablemente en unos bancos europeo-occidentales muy apalancados. En un mundo globalizado, los problemas en una parte del sistema reverberan al punto por doquiera.

En anteriores crisis, como la que se cebó con el Este asiático en la década pasada, la recuperación fue rápida, porque los países afectados pudieron hacer de la exportación su vía hacia una renovada prosperidad. Pero ahora se trata de una caída sincrónica global. Norteamérica y Europa no pueden hacer de la exportación la vía de salida de sus tribulaciones.

La estabilización del sistema financiero es una condición necesaria, pero no suficiente, para la recuperación. La estrategia norteamericana para estabilizar el sistema financiero es costosa e injusta, porque pasa por recompensar a quienes causaron la catástrofe económica. Pero hay una alternativa que, en substancia, significa jugar con las reglas de una economía normal de mercado: trocar deudas por acciones.

Con un trueque tal, la confianza regresaría al sistema bancario, y se reiniciaría el préstamo sin apenas costes para el contribuyente. Ni es particularmente complicada la cosa, ni es novedosa. Obviamente, a los tenedores de obligaciones y bonos no les gusta nada: preferirían un regalo del gobierno. Pero hay usos del dinero público harto mejores que eso, incluída una nueva ronda de estímulos.

Toda caída tiene un final. La cuestión es la duración y la profundidad de esa caída. A despecho de algunos brotes primaverales, deberíamos prepararnos para otro invierno sombrío: llegó la hora del Plan B para reestructurar la banca. Y de otra dosis de medicinas keynesianas.

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Joseph Stiglitz es profesor de teoría económica en la Universidad de Columbia, fue presidente del Council of Economic Advisers entre 1995 y 1997, y ganó el Premio Nobel de Economía en 2001. Actualmente, preside la Comisión de Expertos nombrada por el Presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas para el estudio de reformas en el sistema monetario y financiero internacional.

Traducción para www.sinpermiso.info: Roc F. Nyerro
Enlace a texto en Sin Permiso

Noam Chomsky: "La política exterior de Obama será como la segunda Administración Bush"

Miguel Vera (Aporrea)

Noam Chomsky, intelectual, escritor y académico, ha revolucionado la lingüística moderna a través de sus investigaciones y aportes teóricos. Junto a su larga carrera en las aulas, Chomsky ha llevado adelante, a través de las décadas, una incansable militancia por la justicia social, impulsando el rol de los intelectuales como agentes de cambio ante las políticas inmorales de los gobiernos.

Es así como se ha convertido en uno de los críticos mas agudos de la política exterior intervencionista e imperialista de los sucesivos gobiernos estadounidenses y de otros gobiernos, o como él lo describe, de las élites que controlan el poder.

Chomsky nació en 1928 en Filadelfia, Estados Unidos, en una familia de origen judío proveniente de Europa del Este. Su infancia estuvo marcada por la depresión económica, la discriminación hacia los judíos y el auge del fascismo a nivel mundial.

A temprana edad empieza a nutrirse políticamente con el pensamiento de izquierda, predominante entre las comunidades judías inmigrantes. Era la época de la Revolución Española, donde miles de voluntarios de diferentes países partieron a luchar contra el fascismo de Franco y sus aliados Mussolini y Hitler. La caída de la Barcelona rebelde en las manos de Franco, motiva a Chomsky, a los 10 años de edad, a escribir su primer artículo político.

De la mano de Orwell y su “Homenaje a Cataluña”, Chomsky se adentra en el estudio del socialismo libertario. Aquella sociedad utópica sin privilegios de clase que fue llevada a la práctica a finales de 1936 en esa región de España, sin terratenientes ni patrones, dirigida por consejos de obreros, campesinos y milicianos, con las tierras distribuidas entre comunas agrarias y la industria colectivizada bajo control de los trabajadores.

De ahí en adelante Chomsky se identifica políticamente con esa corriente del socialismo, vehementemente opuesta al Estalinismo, y comienza entonces su largo recorrido por la lingüística y la política, que lo ha llevado a obtener los más altos reconocimientos del mundo académico, así como las simpatías -y rencores- de muchos.

En esta entrevista el Profesor Chomsky analiza varios temas de importancia para Venezuela, como la posición del Gobierno Bolivariano con respecto a Israel y Palestina, las expectativas de la relación entre la administración de Obama y el Presidente Chávez, el programa atómico de Irán, el caso del terrorista Posada Carriles, Guantánamo y el bloqueo a Cuba, el contexto histórico de la guerra mediática en contra de Venezuela, el giro a la izquierda de América Latina, el papel inspirador de los movimientos sociales en Bolivia y la Doctrina Monroe.

Esta entrevista fue realizada antes de la cumbre de Jefes de Estado de la OEA en Trinidad, sin embargo, ante la solicitud de algun comentario adicional con ocasión de los acontecimientos en dicha cumbre, el Profesor Chomsky ha manifestado la persistencia de todos sus puntos de vista.

Venezuela, Palestina e Israel

MV: Prof. Chomsky, Como usted sabe, el gobierno de Venezuela tiene una posición política definida con respecto al conflicto en Gaza, la cual ha sido criticada por algunos, ya que, según ellos, esta posición ha sido la causante de sentimientos antisemitas que conllevaron a los ataques a una Sinagoga en Caracas. ¿Cuál es su opinión sobre la posición de Venezuela sobre el conflicto en Gaza?

Chomsky: Personalmente considero que la posición que tomó Venezuela fue la correcta. Fue una agresión salvaje y criminal a una población que se encuentra básicamente enjaulada y que no puede escapar. Con este ataque de alta tecnología y altamente destructivo, no sólo se han asesinado probablemente unas 1,300 personas, también se ha destruido el sistema agrícola y la poca manufactura que existía.

Esta sociedad ha estado bajo asedio permanente. Es una ocupación, no se debe llamar agresión, ya que es un territorio ocupado; no ha habido ningún momento en que no lo haya sido, y se encuentra bajo ataque directo. Además, los ataques no tienen que ver sólo con Gaza, sino con Palestina en su totalidad.

Con el apoyo de los Estados Unidos, Israel constantemente lleva a cabo acciones criminales en Cisjordania. A Israel no le importa mucho Gaza, estarían felices de que se pudrieran y se hundieran en el mar. Lo que si les importa es Cisjordania, ahí hay tierra con valor, tierra arable, ahí están los placenteros suburbios de Jerusalén y Tel Aviv. Quieren apoderarse de tanto como puedan. Ahí tienen toda clase de intereses culturales y presuntos intereses históricos.

Así que ellos continúan apoderándose de los recursos, las tierras, principalmente el agua de Cisjordania, para así dividirla en cantones inviables en los cuales la población se pudra, y esencialmente, a la larga, haya un éxodo. Esto es totalmente criminal, ellos lo saben, está fuera de discusión.

En 1967, cuando comenzaron los asentamientos, sus propios asesores legales les comunicaron que sus acciones constituían una directa violación de los principios esenciales de la Ley Humanitaria Internacional y de las Convenciones de Ginebra, y ellos lo sabían. Desde entonces esto ha sido ratificado por la corte internacional, y en numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad, lo que pasa es que no existe debate sobre este tema.

Israel se quiere apoderar de estas tierras por sus recursos y por otras razones, y los Estados Unidos lo apoyan. Han conseguido suprimir casi toda la resistencia en Cisjordania por la fuerza. En parte por su propia fuerza -la cual es aplastante- y en parte con colaboración.

Estados Unidos y Jordania entrenan fuerzas militares a favor del partido político con el que tengan preferencia. Su función principal ha sido la de suprimir demostraciones, protestas y arrestar simpatizantes. Es una estrategia típica del imperialismo. Desarrollan una colaboración entre las fuerzas coloniales para controlar la población.

Así han logrado suprimir la protesta en Cisjordania. Todavía no han podido dominar completamente la protesta en Gaza, por lo que destrozan y destruyen la zona. Aparte del claro salvajismo y la cobardía, estas acciones son totalmente criminales. Así que desde luego que se deben protestar.

La postura de Europa es vergonzosa; dicen que no les parece bien pero lo apoyan. La postura de los Estados Unidos es grotesca. La mayoría de los países le temen a Estados Unidos - y con razones válidas - así que callan y se echan a un lado.

La posición de Venezuela es totalmente honorable y no tiene nada que ver con antisemitismo. La profanación de la Sinagoga fue un acto antisemita, pero no fue accionado por el Gobierno. Lo mismo ha pasado en Francia, y que yo sepa también en los Estados Unidos. Hasta donde tengo entendido, el Gobierno tomó una posición fuerte y condenó este acto, encontró a los culpables y están siendo llevados a la justicia. Son las acciones que cualquier país debería tomar.

Palestina y el Bloqueo a Cuba

MV: ¿Piensa usted que si hubieran más países que tomaran una posición clara con respecto a la ocupación israelí en Gaza, esto pudiera tener un efecto en ésta situación?. Si la opinión pública se moviliza y más países toman medidas similares a la que tomó Venezuela, ¿piensa usted que esto tendría efecto?

Chomsky: Primero que nada, debemos estar claros, no es sólo Gaza. A los Estados Unidos y a Israel les gustaría que nos concentrásemos sólo en Gaza, y que pasáramos por alto el hecho de que Palestina es una unidad, Gaza y Cisjordania son una unidad. De hecho, pudiera ser una pregunta más amplia.

Por lo menos bajo la Ley Internacional los límites territoriales de Israel fueron creados en junio de 1967, el restante 22 por ciento que conforma Palestina es territorio ocupado. Esto incluye dos áreas separadas, no contiguas; Gaza y Cisjordania. Pero, esencialmente son una unidad.

Si la resistencia a los actos criminales de Israel es legítima en Cisjordania, entonces la misma resistencia debe ser legítima en Gaza. Yo le dije esto a la prensa israelí y te lo diré a ti también; aunque los ataques en Gaza son particularmente feroces, homicidas y destructivos, lo que pasa a diario en Cisjordania es también otra forma de destruir este pueblo.

Es lo que el difunto sociólogo israelí, Baruch Kimmerling, denominó “politicidio”; la destrucción de una nación. Puede que no mates a cada individuo, pero destruyes la nación.

Lo que pasa a diario en Cisjordania es lo mismo. De hecho, Israel tomó ventaja de que la atención estaba enfocada en Gaza para expandir y escalar la infraestructura de sus proyectos de asentamiento y desarrollo en Cisjordania. Todo esto diseñado para cometer politicidio.

Así que, sí, debemos tener esto en cuenta. Si más países tomaran una postura más firme, podría tener alguna influencia en los amos. En realidad los Estados Unidos dirigen el show, no es un secreto. Si Europa tuviera la voluntad de tomar una posición independiente, surtiría efecto, porque Europa es poderosa e importante. Los países más pequeños del mundo no pueden hacer mucho.

En una encuesta internacional reciente, hecha por una de las más importantes encuestadoras de las organizaciones internacionales de opinión pública, se le preguntó a personas de todo el mundo cuál era su opinión acerca de varios países. Israel estaba bien en el fondo; es un país temido, detestado y considerado como el más peligroso del mundo por muchos países. El único país que se le acercaba era quizás Irán, el cual quedó clasificado casi al mismo nivel. Pero esto no importa siempre y cuando el amo del universo los apoye.

Así que la verdadera pregunta es si la opinión pública de otros países afecta las decisiones del Gobierno estadounidense. No es fácil, ni siquiera la opinión pública estadounidense afecta las decisiones de su Gobierno con relación a muchos asuntos.

Tomemos un viejo caso en el hemisferio occidental: Cuba. Las sanciones y el terror contra Cuba de parte de los Estados Unidos son actividades criminales y toda la diplomacia mundial se opone. El último voto en las Naciones Unidas creo fue de 180 a 3; Estados Unidos, Israel y una isla del Pacífico, creo que Micronesia, lo que quiere decir que en realidad es sólo los Estados Unidos. Israel tiene que seguirle el juego a Estados Unidos, aunque de hecho viola las sanciones, por lo tanto es sólo Estados Unidos.

La opinión pública estadounidense ha favorecido firmemente el levantamiento de las sanciones por décadas, pero esto no ha tenido efecto en la política exterior, y éste no es el único caso. Hay un divorcio entre la opinión pública y las políticas de los Estados Unidos; no es una democracia que funcione, contrario a la propaganda. A menos que la opinión pública se organice y se active, no importa lo que la gente piense. Se ha organizado en torno a otros temas, pero éste no ha sido el caso con relación a Cuba, por esta razón las políticas del gobierno han seguido su propio curso.

Lo mismo es cierto referente al apoyo a las agresiones, atrocidades y expansión de Israel. Mientras el gobierno de Estados Unidos los apoye, se requerirá de poderosas fuerzas externas para que estas políticas se modifiquen. Cualquier acción que se tome tiene su importancia, así que si es Venezuela tiene importancia, si es Francia no es que tenga más importancia, es cuestión de que el mundo opera a través del poder y no de la justicia. Así son las cosas aunque no estemos de acuerdo.

Política exterior de EE.UU. respecto a Venezuela, Rusia e Irán

MV: Profesor, la ex Secretaria de Estado, Condoleezza Rice dijo una vez que la Administración de Chávez era una fuerza peligrosa y maligna en América Latina. El Presidente Barack Obama se ha referido al Presidente Chávez como una fuerza que ha interrumpido el progreso de la región. También ha mencionado que Chávez ha apoyado actividades terroristas. Pareciera que hay poca diferencia entre lo que se ha dicho durante la Administración Bush y la que aparentemente será la posición de Obama con respecto a Venezuela. ¿Cómo ve usted esto? ¿Piensa usted que esto puede ser falta de información de la nueva administración o una continuación de las mismas políticas?

Chomsky: Es una continuación de las mismas políticas. De hecho, volviendo a Condolezza Rice, raramente estoy de acuerdo con ella pero en algunas cosas sí lo estoy. Recientemente ella escribió un artículo en el cual predijo que la política exterior de la Administración de Obama sería como la segunda Administración Bush.

Las dos Administraciones Bush tuvieron algunas diferencias; la primera fue mucho más violenta, agresiva, arrogante en mostrarle su puño al mundo, y nos condujo a desastre tras desastre, y a una opinión en declive acerca de Estados Unidos. En el presente Estados Unidos son más detestados en el mundo que nunca, esto es perjudicial para intereses que son cruciales.

Esta sociedad está básicamente dirigida por las empresas. Formalmente es una democracia, pero en realidad es una sociedad dirigida por las empresas y sus negocios, y sus intereses se ven afectados por estos acontecimientos. Así que hubo presión para que hubiera un cambio en la Administración Bush. De hecho, algunos de las figuras más destructivas, brutales y antidemocráticas fueron removidas; Wolfowitz, Rumsfeld, y otros. Se quedó Cheney como asistente de Bush y quien, básicamente, era la administración. Así que las políticas cambiaron y se movieron más hacia el centro.

No hay indicación alguna de que Obama va a cambiar estas políticas. De hecho en algunas instancias él ha tomado una posición más agresiva, como con Afganistán y Pakistán. Obama es una persona inteligente y estoy seguro de que lo que él dice ha sido preparado cuidadosamente por él y sus asesores, y expresa lo que él quiere. Pero en todas sus declaraciones ha sido deliberadamente impreciso.

La campaña electoral de Obama ganó un premio de la industria publicitaria por la mejor campaña de mercadeo de 2008. Le ganó a las computadoras Apple. Los altos ejecutivos de la industria fueron muy efusivos, literalmente dijeron que habían comercializado candidatos de la misma forma como se comercializa la mercancía por 30 años, desde los tiempos de Reagan, pero éste ha sido el más alto logro que hayan tenido. Esto tendrá gran efecto sobre los Directores Ejecutivos, la cultura corporativa adoptará este modelo para comercializar otras cosas. Esta campaña electoral fue una campaña de mercadeo.

Ellos están bien claros en que tienen que aludir ciertos asuntos, y se concentran sólo en consignas vacías que sirven para levantar el ánimo, lo que la prensa llama “sorving rhetoric”, como por ejemplo: "esperanza", "cambio", "cambio en el que puedes creer". Pero, si la gente cuestiona qué medidas tomará, tendrán que esforzarse bastante para poder entenderlas. A lo mejor se pueda encontrar algo en su página web. Pero estos no eran los temas de la campaña, y fue exitosa como campaña de mercadeo. De hecho, ya hay estudios que lo demuestran, y a la industria les encantó.

Se habla mucho del apoyo masivo de pequeños contribuyentes, pero en realidad fue mínimo. El apoyo económico fue en su mayoría dado por industrias financieras, bufetes de abogados que también son lobistas, y sus políticas por supuesto reflejarán esto. Ya se puede ver por su selección de funcionarios y gabinete de asesores. Es básicamente una administración de demócratas de centro, con la cual la gente está familiarizada, y que no se diferencia tanto del segundo periodo de Bush. Sólo se diferenciará en algunos asuntos.

Se reducirán el número de violaciones más extremas a la ley y a la constitución, llevadas a cabo por la Administración Cheney-Bush; como las torturas en Guantánamo o la vigilancia ilegal, pero prácticamente cualquiera de los candidatos, incluso McCain, hubiese hecho lo mismo.

Esta administración será menos confrontacional con el resto del mundo, pero va a seguir las mismas políticas. Esto se puede notar con los recientes ataques a Gaza. La campaña en Gaza fue un ejemplo asombroso. Fue planeada muy cuidadosamente con meses de anticipación, y la prensa israelí lo dice abiertamente. Fue meticulosa y claramente planeada para que concluyese justamente antes de la inauguración presidencial, concluyó un día antes de la toma de poseción.

Esto no es ninguna casualidad, ya que le hizo posible a Obama aparentar que él no podía decir nada al respecto. Mientras ocurrían las atrocidades dijo, "Sólo hay un Presidente, por lo tanto no puedo decir nada al respecto". Por supuesto que él opinaba sobre todo lo demás, y no le impidió que hablase sobre la "ideología de odio" detrás de los ataques terroristas en Mumbay. Él sí podía opinar sobre esto, pero no podía hablar de lo otro porque, "sólo hay un Presidente".

La prensa y los electores se tragaron este pretexto, pero los ataques en Gaza tenían que terminar antes de que tomara posesión. Pero, ya es el Presidente, ¿Entonces qué dice ahora? De hecho, su primera declaración sobre política exterior fue referente a Israel y Palestina, en conexión con el nombramiento de George Mitchell como mediador.

Mencionó también algo acerca de la paz entre Israel y Palestina, sobre una propuesta sustanciosa, lo cual fue muy cuidadosamente elaborado. Dijo que había una propuesta importante la cual él aplaude, a saber, la Iniciativa de la Liga Árabe, la cual se trata de la normalización de las relaciones con Israel, para lo cual los Estados árabes deben de esforzarse. Pero él sabe perfectamente bien que esto no es lo que la Liga Árabe propone. La Liga Árabe propone el asentamiento de los dos Estados (israelí y palestino) con sus fronteras internacionales, de acuerdo con el consenso internacional; posición que los Estados Unidos han bloqueado por más de 30 años. Es en este contexto que se encaminarían hacia el establecimiento de la normalización de relaciones con Israel.

El que Obama omite el componente esencial de la propuesta no es accidental. Él sabe lo que está haciendo, no es tonto. Lo que quiere decir es que continuarán haciendo lo que sea, incluyendo continuar bloqueando el consenso internacional con respecto a una resolución política, pero queremos que normalicen las relaciones con los estados árabes que son nuestros clientes.

Debe de haber requerido de una tremenda disciplina para que la prensa y los intelectuales fingieran no haberse dado cuenta de esto. Lo que pasa es que esto es perfecta obediencia. Simplemente le siguen los pasos a su amo, como los pasos de ganso. Lo mismo pasa cuando lo entrevistan, repiten que él es muy comunicativo y que está lleno de esperanza.

La declaración sobre política exterior que le siguió fue un discurso del Vicepresidente, Joe Biden, quien también fue elogiado por ser muy comunicativo, y por quererle extender la mano de la amistad a Irán y Rusia. Biden no es tan arrogante como John Bolton, que los mandó a hundirse en el lago más cercano; más bien es muy amable y utiliza palabras simpáticas; como que seamos todos buenos amigos, y demás.

Pero fijémonos en el contenido. Con respecto a Rusia dijo que continuarían colocando sistemas de misiles de defensa cerca de sus fronteras. El Sabe muy bien que Rusia considera esto como un potencial ataque a sus capacidades nucleares de disuasión. Es por esto que Rusia se opone. No tiene nada que ver con Irán.

EEUU argumenta que es para impedir que Irán dispare misiles, que Irán no tiene, y armas nucleares que tampoco tienen. Pero cualquier persona con la cabeza bien puesta sabe que aún si Irán tuviese misiles y armas nucleares no atacarían a Europa a menos que quisieran ser evaporizados instantáneamente, y no hay ninguna razón para pensar que Irán quiera esto.

Entonces, creo esto es un gran fraude. Si de verdad estuviesen preocupados por una amenaza iraní, la cual no existe, hubiesen colocado el sistema de defensa de misiles en el Sur, en un lugar como Azerbaiyán, tal como se lo propuso Rusia. Pero no les interesa. Lo que en verdad quieren es amenazar la fuerza disuasiva nuclear rusa.

Los analistas estratégicos norteamericanos están consientes de esto. Puede ser leído en las publicaciones más importantes. (Las bases de misiles) en estos momentos no inducen a reacciones inmediatas (de los rusos) que no funcionarían, pero puede servir de base para Rusia reaccionar, además es una provocación para Rusia.

Biden insistió en hablar con voz baja en vez de ser arrogante para decir que vamos a continuar con estas políticas. Han continuado merodeando los territorios rusos en Europa.

¿Y sobre Irán qué? Dijo que podemos tener conversaciones si ellos abandonan sus programas nucleares ilícitos. ¿Cuáles son estos "programas nucleares ilícitos"? Irán es uno de los signatarios del Tratado de No Proliferación. Está en todo su derecho de llevar a cabo programas nucleares y de desarrollar energía nuclear.

La gran mayoría de países del mundo están de acuerdo con esto, pero son miembros de los Países no Alineados, así que no “existen”. Todo lo que se lee en Occidente es que Irán está desafiando a la comunidad internacional. La "comunidad internacional", quiere decir todo aquel que tenga suficiente armas para dar golpes en la cabeza a los demás.

Si la mayoría de los países del mundo no están de acuerdo con la “comunidad internacional” no importa porque no existen. ¿Y qué opinan los estadounidenses? Una gran mayoría considera que Irán tiene el derecho a desarrollar energía nuclear. Pero, como al igual que los países no alineados, los ciudadanos estadounidenses tampoco son parte de la comunidad internacional.

Así que cuando uno lee artículos del New York Times, o la prensa británica sobre desafíos a la comunidad internacional, ellos en realidad se refieren al gobierno de EEUU.

¿Cuáles son estos programas ilícitos? ¿Son programas de armas? Quizás, pero la inteligencia estadounidense no lo cree. Hace sólo un año la inteligencia nacional declaró que se sentían confiados de que Irán no ha continuado su programa de armas desde hace cinco años. Al gobierno no le cayó bien esto, así que desapareció los pasos de ganso que había dejado la prensa tras investigar este asunto. Así lo desaparecieron de los medios. Los comentadores intelectuales no tocan el tema.

Entonces ahora, por órdenes del gobierno, sí es un hecho que Irán está desarrollando armas nucleares. Y si lo están haciendo, francamente no me sorprendería. De hecho, lo que sería sorprendente es que no lo estén haciendo, aunque sea sólo como fuerza disuasiva. Están completamente rodeados de países que poseen armas nucleares, están los Estados Unidos que le ganan en gasto militar al resto del mundo combinado, y el cual es un Estado muy violento; acaba de invadir dos países. Sería sorpresivo que no desarrollasen disuasivos nucleares. De hecho, hace un par de años, uno de los más destacados historiadores militares de Israel, Martin van Crevel, escribió un artículo en el International Herald Tribune en el que dijo que, no es que él quiera que Irán tenga armas nucleares, pero que si no las están desarrollando están locos, especialmente después de la invasión a Irak.

Así que puede ser que tengan armas, puede que la inteligencia estadounidense esté equivocada, pero nada le da a Biden el derecho, en lo absoluto, de hablar de "programas nucleares ilícitos", el no tiene evidencia de que estos programas existan, el problema es que los Estados Unidos no les da la gana de que se desarrollen. Y su programa nuclear es precisamente el tema que está en discusión desde el punto de vista de los Estados Unidos. Hay otros asuntos con respecto a Irán, pero este es el punto de discusión por parte de los Estados Unidos. Irán tiene otros problemas, pero no es parte del mundo tampoco, no posee las suficientes armas para ser parte del mundo. Así que desde el punto de vista estadounidense y europeo el único asunto que les importa es el de las armas nucleares y lo que llaman "apoyo al terrorismo". Apoyar al terrorismo quiere decir apoyar la resistencia a los actos criminales de Estados Unidos e Israel, esto para ellos es terrorismo.

Estos son los temas que deberían ser discutidos en la negociación. Decir que sólo negociarán bajo sus condiciones, es decir que en realidad no les interesa llegar a una negociación. Éste fue el contenido del discurso de Biden. Fue dicho de forma amable, con un tono amistoso, con palabras agradables, por esto es descrito como muy comunicativo. Desde el punto de vista de las élites estadounidenses y europeas, este paso es bastante positivo, ya que les encantaría apoyar la violencia y agresiones. Lo consideran útil. Pero si lo hace alguien como Cheney o Boulton, no pueden seguirles el juego porque su estilo es muy ofensivo e intolerable, pero sí les gustaría que alguien como Obama lo haga ya que el habla de una forma amable, fue a la escuela de leyes, es negro, así que pueden fingir que no son racistas, aunque sean más racistas que los estadounidenses, de modo que para ellos él sí es agradable.

Pero fíjate en el contenido, Condoleezza Rice está, más o menos, correcta en su apreciación. Nada indica lo contrario.

Posada Carriles y Guantánamo

MV: Profesor, una de las demandas que hizo el gobierno venezolano para mejorar las relaciones con el gobierno de Estados Unidos fue la extradición del conocido terrorista Posada Carriles. También solicitó la extradición de dos ex militares responsables de las bombas a sedes diplomáticas en Caracas. ¿Piensa usted que el gobierno estadounidense podría entregar a estos terroristas al gobierno venezolano?, después de todo van a cerrar la base de Guantánamo, y este gesto sería una señal de respeto por los derechos humanos.

Chomsky: Cerrarán Guantánamo porque no era útil para ningún propósito y se había convertido en una gran vergüenza para los Estados Unidos, tanto a nivel internacional como también a nivel nacional. Además, se había producido una inmensa cantidad de literatura escrita por profesionales jurídicos y de otras profesiones, condenando Guantánamo.

Era mentira que había que conseguir evidencia de la tortura en Guantánamo. Las discusiones en este sentido eran muy elaboradas. No es necesario tener evidencia. El simple hecho de que Guantánamo exista le dice a cualquier persona racional que Guantánamo es una celda de tortura, si no, por qué no se construyó en el Estado de Nueva York. Dijeron que era riesgoso permitirles a personas tan peligrosas estar en Nueva York. Pero no es peligroso. Si piensan que es peligroso por qué no ponerlos en una cárcel de máxima seguridad. De hecho, las cárceles de máxima seguridad en EEUU no son tan diferentes a las de Guantánamo. Ahí también torturan a los detenidos.

Guantánamo fue abierto en suelo extranjero para aparentar que está fuera de la jurisdicción de ley doméstica y la ley internacional. No hay ninguna otra razón para haberlo hecho así.

Este hecho nos dice que efectivamente es una celda de tortura. Por supuesto que la evidencia ha salido a relucir nos cuenta que esto es así. Esta cárcel no tiene ningún sentido para propósitos prácticos, y, al igual que Abu Ghraib, es un gran bochorno para Estados Unidos. De modo que la clausuramos para no sentirnos avergonzados. Pero este no es un paso hacia ninguna parte.

Referente a los terroristas, Orlando Bosch es el principal, Posada Carriles es el otro, y hay unos cuantos más. Estados Unidos los ha protegido desde hace años. Hay algo llamado la Doctrina Bush, la cual es considerada como el principio de facto de la ley internacional por profesores destacados de la Universidad de Harvard.

La Doctrina Bush dice que un país que cosecha terroristas es tan culpable como los mismos terroristas. Por tanto se les debe tratar como tal. Esto significa que Bush está llamando a bombardear a los Estados Unidos. Debería ser llevado a juicio por traición, ya que está llamando a bombardear a Estados Unidos de forma explícita. No hay duda de que estas personas son terroristas. En el caso de Orlando Bosch, ya han pasado 20 años.

El Departamento de Justicia y el FBI lo acusaron de unos 30 actos terroristas. Lo querían deportar por considerarlo una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos. George Bush I le otorgó el perdón presidencial. Ahora camina felizmente por Miami, y recientemente se le sumó Posada. Entonces, si es cierto que la Doctrina Bush es un principio de facto de la ley internacional, los atentados del 11 de septiembre serían legítimos.

Pero ellos no son los únicos, Emmanuel Constant, uno de los principales asesinos en Haití bajo los escuadrones de la muerte, y quien de hecho fue respaldado por Clinton, aunque no se atreva a decirlo. Vive tranquilamente en Nueva York desde hace años. Haití trató de extraditarlo, pero Estados Unidos no se molestó en responder. ¿Por qué molestarse en responderle a Haití? Constant es responsable del asesinato de unas 4,000 personas, algo bastante serio. Era la cabeza de una organización terrorista en Haití. Fue recientemente apresado por una infracción menor. De hecho, Posada fue juzgado sólo por haber violado las leyes migratorias, no por haber puesto una bomba en el avión de Cubana de Aviación.

No veo ninguna indicación de que las cosas vayan a cambiar. Casi no existe presión a nivel público porque casi nadie maneja esta información, al menos que realmente estés involucrado en estos asuntos. Si se llevara a cabo una encuesta sobre este tema en Estados Unidos, prácticamente nadie tendría ningún conocimiento sobre este tema.

El New York Times y la guerra mediática

MV: Profesor, denos una idea de cómo funcionan los medios en EEUU. ¿Cómo ve usted la cobertura de éstas corporaciones mediáticas sobre Venezuela?. Por ejemplo, en el 2007 apareció un artículo en el New York Times escrito por Simón Romero, en el que argumenta que el gasto en armas de Venezuela ha subido a los niveles más altos del mundo. Romero afirma que Venezuela está llegando al nivel de compradores como Pakistán e Irán.

Chomsky: Estoy seguro de que Venezuela estaría encantada de poder comprar armamento a EEUU o a Francia pero no se lo permiten. Esta historia es vieja. Romero no es un tonto, él conoce la historia de América Latina.

Cuando, bajo la Administración de Eisenhower, Estados Unidos quiso derrocar el Gobierno democrático de Guatemala (Jacobo Arbenz), la forma como lo lograron fue, primero con muchas amenazas, - y EEUU no amenaza en broma, amenaza muy en serio – Además de las amenazas los difamaron, los tildaron de comunistas.

Cuando Guatemala trató de conseguir armas para defenderse de Estados Unidos, los bloquearon. Trataron de conseguir armas de Francia, pero Estados Unidos obligó a Francia a no enviar armas. Querían que consiguieran las armas del Oriente. Finalmente Guatemala pudo conseguir las armas en Checoslovaquia, lo cual causó gran furor ya que consideraban que esto ponía en peligro a todo el continente. Esto sirvió como base para la propaganda que el Gobierno de Estados Unidos utilizó antes de la invasión.

América Latina no estuvo de acuerdo, pero estaba siendo aterrorizada por Estados Unidos. En la privacidad apoyaban a Guatemala, pero públicamente no se atrevían. Intentaron hacer lo mismo con Cuba. De hecho existen documentos que lo comprueban. Gran Bretaña le aconsejó a EEUU que intentara forzar a Cuba a comprar armas en el Oriente, para así tener una base propagandística para atacar. Los cubanos terminaron comprándole armas a Rusia.

Intentaron lo mismo con Nicaragua. En los ochentas Estados Unidos hizo un gran esfuerzo para lograr que los sandinistas compraran armas de Rusia, o Libia, o de cualquier lugar del que pudieran sacar provecho. Pero, no lo hicieron. No cayeron en la trampa.

Entonces los EEUU hacían creer que Nicaragua le había comprado armas a Rusia. EEUU se opuso rotundamente a las elecciones del 1984 en Nicaragua, y a que éstas serian monitoreadas y gozarían de credibilidad; serían intensamente monitoreada por especialistas extranjeros, los cuales dirían que las elecciones fueron limpias, pero bajo las circunstancias era imposible.

Un país que está siendo desestabilizado a través de terrorismo en gran escala, no puede tener elecciones justas y limpias. Esto es como una regla. ¿Y cómo lo bloquearon? A través de un exitoso esfuerzo propagandístico. Mientras se realizaban las elecciones, la Administración Reagan inundaba el país con cuentos que relataban como Rusia enviaba armas avanzadas a Nicaragua. Desde luego que estas historias eran falsas, pero aún así eran publicadas en un sin número de portadas y titulares.

La opinión de la élite estadounidense se dividió de una forma interesante, el grupo de los halcones dijeron; está bien, vamos a bombardear Nicaragua, el grupo de las palomas, que incluía a senadores más moderados, dijeron que podía no ser cierto; primero tenemos que saber si es cierto. Pero, de ser cierto, tenemos que bombardear a Nicaragua porque no se les está permitido tener posesión de estas cosas.

¿Pero por qué los nicaragüenses querían armas? Necesitaban las armas porque la CIA tenia control total de su espacio aéreo y lo usaba para enviar instrucciones al ejercito terrorista (la contra) para que estos supieran como esquivar al ejército nicaragüense, y para que atacaran blancos suaves como las cooperativas de agricultores. No era un grupo guerrillero corriente, ya que contaban con computadoras y aviones dándoles las órdenes.

Nicaragua quiso defender su espacio aéreo, por lo tanto de haberlas adquirido (armas antiaéreas) hubiese sido completamente legítimo. Pero en realidad fue una farsa que tuvo éxito en minar la realidad de las elecciones, las cuales, de acuerdo a la historia en Estados Unidos, nunca tuvieron lugar. Es difícil tratar de encontrar alguna referencia sobre estas elecciones en los libros de historia.

Ésta es una técnica estándar, y les gustaría que usarla contra Venezuela. Que Venezuela deba o no hacerlo, caerían en la trampa. Pero es una trampa muy vieja. Romero ciertamente conoce esta historia. De cualquier forma, ¿qué clase de amenaza representaba Nicaragua, a quién va a atacar? Si miramos en retrospectiva, es difícil entender si Ronald Reagan era un ser humano o no. El de verdad se puso sus botas vaquero y declaró a Estados Unidos en situación de emergencia nacional por la amenaza a la seguridad nacional que representaba Nicaragua. Dijo además, que el ejército nicaragüense estaba a sólo dos días de Texas, y que prácticamente seríamos destruidos, y la gente esto no le pareció gracioso.

Me recuerda a un incidente que ocurrió, supongo que en 1961, cuando Kennedy estaba tratando de que la OEA apoyara las sanciones contra de Cuba, ya que esta era una amenaza para la seguridad del hemisferio occidental. La mayoría de países estuvieron de acuerdo por el miedo que le tenían. México fue uno de los que se negó. El Embajador mexicano le dijo a Kennedy que si el volvía a México y decía que Cuba era una amenaza para la seguridad, 40 millones de mexicanos se morirían de risa. Y es verdad que esto debería de causar risa.

Pero aquí no causó risa. Aquí si se lo creyeron. Aquí Nicaragua era una amenaza para la seguridad, Granada era una amenaza para la seguridad. Los rusos ni siquiera podían encontrarla en los mapas aún siendo la capital mundial de las nueces. A pesar de eso representaba una amenaza para la seguridad, y es por eso tuvimos que invadir.

Esto es lo que le venden a la gente en Estados Unidos, y es entendible. Los asuntos internacionales se manejan como una mafia. Si alguien se atreve a retar al padrino, quizás algún bodeguero que se niegue a pagar la cuota de protección, tienen que enviar sus armas para acabar con él y así harían de éste un ejemplo.

Por más insignificante que parezca, para ellos cualquier desafío a sus reglas es serio ya que les da a los demás la idea de que ellos tampoco tienen que pagar su cuota. Así que si Maurice Bishop de Granada tenía un sistema de cooperativas eficiente, la Administración Carter lo declaró una amenaza para nuestra seguridad. Mientras más débil sea el país, más grande es la amenaza. Porque si ellos se pueden salir con la suya, entonces el vecino del lado piensa que también lo puede hacer.

Si echamos un vistazo al registro de documentos nos damos cuenta de que EEUU es un país muy liberal, más que cualquier otro país que conozca. Contamos con un cuantioso registro de documentación interna. En el caso de Cuba, Guatemala, y otros países, la amenaza consistía en lo que Henry Kissinger denominó como un virus contagioso. Otros países pensarían que para ellos sería posible hacerlo también. Él se refería al Chile de Allende. Dijo que Allende era un virus que podía propagarse en el Sur de Europa.

Ahora, Kissinger no creía que el ejército de Allende aterrizaría en el Grid. Lo que sí creyó, y puede que tuviera razón, es que si la democracia parlamentaria conlleva a moderadas reformas socialistas en Chile, también podría fortalecer a grupos en Italia y en España que se encaminaban en esta misma dirección. Así que tenían que cortarlo desde la raíz.

Este es uno de los principios más importantes en asuntos internacionales, se encuentra en los registros históricos, aparece de forma explícita en los registros de documentos. Requiere de una inmensa disciplina de parte de las clases educadas para obviarlo. Lo que sí ven son los pretextos que usan para cada caso. El caso de Romero simplemente encaja en una vieja tradición.

America Latina y la Doctrina Monroe

MV: Para concluir, denos sus comentarios sobre el giro a la izquierda de América Latina en este momento decisivo y sus reflexiones para las organizaciones de base en Venezuela, como los Consejos Comunales, en la tarea de la construcción del Poder Popular.

Chomsky: América Latina; Sudamérica, particularmente, está pasando por grandes cambios. Son cambios muy significativos que se ven en casi toda la región. Es quizás el lugar más emocionante en el mundo, y estos cambios se deben a los movimientos populares. Bolivia es un caso dramático, ya que es quizás el país más democrático en el mundo y es por eso que Estados Unidos la denuncia como anti-democrática, y EEUU es demasiado democrático para poder tolerar lo que está pasando en Bolivia. Hasta cierto punto algo similar está pasando en toda la región de forma variada.

Con respecto a las organizaciones populares en Venezuela, lo que están haciendo es asegurarse que la estructura realmente funcione y que se conviertan en instituciones de Poder Popular que funcionen y trabajen para cambiar las relaciones sociales y culturales, y para proveer el cambio político desde las bases.

Bolivia es un caso dramático. Si se compara a Bolivia con Estados Unidos resulta extremadamente interesante. Mencioné que la últimas elecciones en Estados Unidos fueron aclamadas por la industrias publicitarias como un logro maravilloso el haber comercializado a un candidato como se comercializa un artículo para la venta. No conocemos mucho acerca de las políticas de la Administración de Obama, pero lo que sí sabemos es que no provienen de las bases.

No hay organizaciones de base que influencien estas políticas. Puede que estas organizaciones den su opinión pero nadie les presta atención. Bolivia es exactamente lo contrario. Los bolivianos no están esperando las órdenes de Morales, para ellos entonces presionar a Morales. Aquí se supone que la gente espere las instrucciones del líder para después hacer presión. En Bolivia las políticas emergen de las organizaciones de masas, y fueron ellos quieres eligieron a alguien de sus propias filas.

Es interesante ver la euforia que hubo en Europa en torno a la campaña electoral en EEUU; sólo en Estados Unidos puede haber tanta magia. Bajo los estándares europeos, probablemente esto sea cierto; allá son más racistas que en EEUU. Pero, bajo los estándares mundiales no significa nada.

Es mucho más sorprendente que en Bolivia las organizaciones populares hayan podido elegir un presidente de sus propias filas, del campesinado. Hay muchos otros casos como este, pero han ocurrido en lugares donde la gente son considerados sub-humanos por Occidente, porque para estos estas personas son sujetos, no agentes (de cambio).

En Bolivia no fueron sólo las organizaciones populares, había problemas reales. En EEUU los problemas son marginalizados, porque ésta no es la forma de comercializar candidatos. En Bolivia los problemas se encaran; el control de sus recursos, derechos culturales, justicia, derechos étnicos y demás. No fue que el pueblo un día, simplemente, apareció en las urnas. El día de las elecciones fue sólo uno de los escenarios de una lucha popular que ha estado en marcha desde hace años. Esto sí es democracia.

Por eso es que aquí los medios describen a Bolivia como anti-democracia. La razón es que Bolivia es una democracia real, lo cual es intolerable. Pienso que este es el modelo a seguir. Las sociedades tienen sus propias maneras de hacer las cosas, pero éste es un modelo inspirador para Venezuela y otros.

MV: ¿Cree usted que la Doctrina Monroe ha sido destruida con la unión latinoamericana?

Chomsky: Está siendo retada. En Santiago de Chile hubo una reunión de UNASUR durante la cual los estados fuertes apoyaron a Morales frente los movimientos secesionistas en Bolivia. Esto fue sumamente importante. De hecho, fue tan importante que no se difundió en los medios de los Estados Unidos.

La respuesta de Morales fue que está muy agradecido por el apoyo brindado, y dijo que era la primera vez en 500 años que América Latina está tomando su destino en sus propias manos. Ahora, esto tiene demasiada importancia para ser difundido en los medios de este país. Para EEUU esto es un desafío, es por esta razón que son tan intransigentes. Hay documentos secretos de los Gobiernos de Kennedy y Lyndon Johnson donde explícitamente se dice que el problema con Cuba es que han logrado desafiar las políticas estadounidenses, que han logrado desafiar la Doctrina Monroe